Como toda buena obra que ha capturado la atención de un público masivo, Star Wars cuenta con un sin número de homenajes en varios medios, dígase teatro, música, cómics, series o videojuegos. Sin embargo, tal vez quien ha tomado más elementos de lo que uno pudiera imaginar es Square-Enix con Final Fantasy.

Así es, la saga RPG japonesa cuenta con decenas de elementos que prácticamente la hermanan con la saga de películas.

Lo más inmediato que tenemos son los nombres. Varios personajes retoman el apelativo de algunos secundarios y terciarios de la Guerra de las Galaxias. Tal es el caso de Biggs y Wedge, quienes son amigos de Luke y parte importante del Rouge Squadron; mientras que en Final, ellos toman distintos roles como ecoterroristas en FFVII o soldados en FFVI y FFVIII.

Claro está, si rascamos más en la estructura de la franquicia de videojuegos, encontramos más homenajes o similitudes. Si vamos a FFII, tenemos la historia de un Imperio, donde su regente busca hacerse con un poder absoluto, teniendo como secuaz a un antiguo caballero que cambio de bando. La única esperanza es un joven ingenuo sin ninguna habilidad aparente.

Mismo caso en FFIV, donde aparece la flota de Red Wings, claro homenaje a los X-Wing del Rouge Squadron. Aquí, el líder de dicha fuerza en un caballero negro que posteriormente se convierte en un paladín luminoso; el cual deberá de enfrentar a un personaje maligno enfundado en una armadura negra, quien resulta ser un familiar cercano del héroe.

Vayámonos hasta Final Fantasy IX; aquí parece que no hay ninguna relación con Star Wars, hasta que llegamos al jefe final, Necron. Antes de enfrentar a los héroes, recita el mismo discurso que Yoda le da a Anakin cuando es presentado ante el Consejo Jedi (“El miedo lleva a la ira; la ira al odio; el odio al sufrimiento”).

Sin embargo, el juego que claramente toma más referencias de la saga de George Lucas, es Final Fantasy XII. La trama nos presenta a Vaan, un joven de clase baja, que vive en una ciudad en una zona desértica. Posteriormente se topará con Ashe, una princesa de un país que fue sometido por el Imperio de Arcadia.

Ese Imperio cuenta con una fuerza especial, los Jueces, mismos que portan armaduras negras, siendo Gabranth el líder; posteriormente se descubre que es familiar de uno de los héroes de la historia.

Aún más, durante la aventura, Ashe y Vaan se toparán con un contrabandista irreverente y desenfadado, quien los ayuda transportándolos en su nave; la Strahl. Este “mercenario”, Balthier, tiene una ayudante que le es fiel por razones desconocidas; Fran, una Viera, especie antropomorfa parecida a los conejos. Como imaginarán, entre el piloto y la joven princesa se dará una relación de amor-animadversión.

Si esto no fuera suficiente, el villano principal es controlado por una “fuerza” obscura, la cual le da todos sus poderes; y, para poder someter a la Rebelión y el resto de naciones, activará a Bahamut, una titánica fortaleza de un poder descomunal.

Con esto podemos ver que sí, Star Wars está en todo; incluido algo tan aparentemente distante como una franquicia de videojuegos japonesa.