Buscando a Nemo es una de las películas favoritas de muchas personas, por los grandes personajes y la tierna historia de un padre buscando a su hijo a través de todo el océano.
Sin embargo, como buena obra de ficción (y de Disney), carece de muchos fundamentos científicos acordes a la vida de los animales en la realidad; se omiten datos que, de haberse visto, hubieran resultado por demás perturbadores a la audiencia.
Hace unos años, el biólogo experto en peces, Patrick Cooney, se dio a la tarea de analizar la película desde un enfoque realista científico; señalando los puntos donde la obra falla en presentar hechos comprobados.
Lo que más destaca es que señala que el filme falla en un punto importante en su estructura: los peces payaso son hermafroditas y pueden cambiar de sexo dependiendo la situación. Argumenta que en la juventud, esta especie esta compuesta únicamente por machos; pero cuando se emparejan, uno de ellos se transforma en mujer.
Así, al momento de morir la madre de Nemo y nacer este, debido a la condición dominante de su padre, el joven pez debió de haber cambiado de sexo y aparearse con Marlin.
Aunque reconoce que la película no es un documental exhaustivo y su única función es entretener; su condición de experto hace que este tipo de detalles le hagan ruido cada que ve una película del estilo. Hay que mencionar que no es el único científico que ha expresado su malestar para con las obras de ficción, Neil deGrasse Tyson, conocido astrofísico, no tolera Star Wars debido a todas las licencias científicas que se toma la saga.
Con información de Gizmodo.