Autoridades de la localidad de Azusa en California, pusieron el calvo final en el ataud del local de videojuegos, Super-Arcade, al negar el permiso de apertura a sus dueños; con tres votos en contra y uno a favor.

Los argumentos fueron varios, pero los más destacados y ridículos señalaban que este tipo de negocios son "indeseables" para la ciudad y aumentarían los casos de gente orinando en la vía pública; pues según ellos, quienes van a estos lugares tienden a incurrir en dicha conducta. ¿En qué se basan para afirmar lo anterior? No tenemos la más mínima idea.

Originalmente, Super Arcade se encontraba en Walnut, en el mismo Estado de California; hasta que en diciembre pasado tuvo que cerrar sus puertas. Los dueños buscaron una nueva casa en dicho lugar, pero no encontraron nada adecuado, por lo que se tomó la opción de mudarse a Azusa; donde sus sueños fueron truncados por las razones mencionadas.

Con información de Destructoid.