Si hay una materia que gran parte de los estudiantes del mundo odia es matemáticas; mismas que para muchos resultan complejas, aburridas y demasiado abstractas. Sin embargo, quienes se meten de lleno al estudio de los números y su cálculo, se encuentran con una realidad por demás excitante; para muestra te traemos la historia de Peter Scholze, quien ha sido reconocido como el mejor matemático del mundo menor de 35 años.
Su pasión por las matemáticas comenzó a los 16 años, cuando se enteró de la demostración del último teorema de Fermat, por parte de Andrew Willes. A partir de ese momento se puso a investigar por su cuenta acerca de curvas elípticas y formas modulares, entre otras cosas; para entender el proceso que siguió el investigador para su logro.
Esto lo llevó a obtener su Grado en Matemáticas en tan sólo 3 semestres, mientras que su master lo terminó en un año. Además de hacer una de las más grandes aportaciones en el campo en los últimos tiempos, reducir el Programa de Langlands, de 300 páginas a 37; simplificando de manera eficiente todas las conjeturas ahí vertidas.
Para su tesis de doctorado, decidió crear un sistema alrededor de los espacios perfectoides, con lo que se puede entender mejor las propiedades de los números p-ádicos. Tal es la eficiencia de su plataformas que ha servido para resolver cuestiones aritméticas que llevaban décadas planteadas.
A los 24 años, se convirtió en el catedrático más joven de Alemania y en obtener el premio Leibniz, con el que se hizo acreedor a 2.5 millones de euros para financiar una posible investigación futura.
Ahora, con 28 años de edad y a pesar de todos los reconocimientos obtenidos. No se ve como alguien que haya acabado su carrera, señala que aún le falta mucho por aprender.
Con información de El País.