Moss: Book II’ viene a demostrar que PlayStation sigue apostando fuertemente por las experiencias VR, sobretodo por aquellas de gran calidad.

Lo decimos porque ‘Moss: Book II’ explota el formato de una manera en que ningún otro lo había hecho, siguiendo el camino marcado por la primera entrega.

Retomando los mejores elementos de esta, y haciendo retoques donde era necesario, ‘Moss: Book II’ resulta ser un juego por demás ameno en todo sentido.

Moss: Book II

Sus implementaciones VR son muy buenas, el sistema de juego es creativo y el mundo es sumamente carismático; ‘Moss: Book II’ te hace sentir dentro de un cuento de hadas.

Claro, ‘Moss: Book II’ no es perfecto; pero sí logra demostrar cómo se debe de hacer un juego VR saliéndose de los clichés que ya se establecieron en este género.

Sin más, veamos a detalle lo que nos tiene preparado ‘Moss: Book II’.

¿De qué trata ‘Moss: Book II’?

Aunque no lo creas, ‘Moss: Book II’ sí tiene historia; aquí Quill debe de enfrentarse a un malvado búho que está cazando a los ratones.

Para lograr su objetivo, Quill deberá reunir 5 reliquias mágicas que están en diversos escenarios del juego; como puedes imaginar, nuestro objetivo es reunir estos objetos y acabar con el búho.

En sí la historia de ‘Moss: Book II’ no es intrincada, de hecho es básica, tomando elementos clásicos de los cuentos para niños, al grado que incluso tiene una narradora que nos cuenta la historia.

Moss: Book II

La razón detrás de esta trama simple, es que ‘Moss: Book II’ apenas si dura 6 horas, lo cual en realidad no es nada malo, pues el ser un título VR, la duración es por demás correcta.

Así ‘Moss: Book II’ no puede perder tiempo en discursos largos de villanos, o exposiciones filosóficas sobre el bien y el mal; simplemente nos pone un problema para que lo resolvamos.

Aún así, los personajes de ‘Moss: Book II’ logran capturar tu atención, pues transmiten carisma con su diseño y acciones, lo que genera que te vincules rápidamente con cada uno de ellos.

¿Cómo se juega ‘Moss: Book II’?

Lo más interesante de ‘Moss: Book II’ es su sistema de juego, que como dijimos, rompe todas las convenciones del VR que ya están establecidas y comienzan a cansar un poco.

En ‘Moss: Book II’ no ves la acción en primera persona, el juego es uno de acción/aventura en tercera persona, donde controlas a Quill con un mando tradicional.

A esto hay que agregar que ‘Moss: Book II’ cuenta con una segunda mecánica de juego que involucra los poderes del jugador, los cuales se activan con los gatillos.

‘Moss: Book II’ trata de recrear la dinámica de los libros interactivos para niños, donde los pequeños “ayudan” al personaje principal moviendo pestañas o desdoblando hojas.

Moss: Book II

En este caso, tú ayudas a Quill acercándole cajas para que pueda alcanzar niveles más altos, activando interruptores o distrayendo a los múltiples enemigos que la atacan.

La inmersión VR se logra precisamente con esta mecánica de ayuda, pues a veces el juego te pedirá que te “acerques” para ver mejor la acción o mires para otro lado, con el fin de encontrar algún secreto.

Más que tratarte como un observador pasivo, ‘Moss: Book II’, literalmente te mete en este mundo fantástico, siendo un protagonista más de la historia.

Lamentablemente tenemos una queja dentro de toda esta dinámica por demás creativa de ‘Moss: Book II’.

Moss: Book II

Y es que los controles de Quill son un tanto irregulares; a veces no responderán como te gustaría, haciendo de sus movimientos algo torpe y tosco.

Esto afecta un poco la inmersión de ‘Moss: Book II’, pues en ocasiones te encontrarás batallando con el control de Quill, al quedarse trabada en un escenario o no responder rápido a los ataques enemigos.

¿Cómo se ve ‘Moss: Book II’?

Moss: Book II’ se ve bastante bien para ser un juego VR, género que en su mayoría no explota el apartado gráfico como nos gustaría.

Para el caso de ‘Moss: Book II’, todos los escenarios y personajes lucen bastante definidos, además de tener un aura tierna debido a su diseño.

Quill mantiene este estilo entre caricatura y realismo, que tanto le funcionó en la primera entrega; aunque con algunas mejoras en su aspecto final.

Destaca sobretodo que ‘Moss: Book II’ haya construido entornos tan grandes y llenos de detalle; como mencionamos, puedes acercarte, voltear al techo, a los lados.

Moss: Book II

‘Moss: Book II’ de verdad logra ese efecto de transportarte a otra realidad; cosa que no todos los juegos VR pueden hacer.

El sonido también juega un papel muy importante en ‘Moss: Book II’, completando la inmersión del juego.

Aunque no cuenta con el Audio 3D al ser un título para el PS VR original y el PS4; sí se logró una buena mezcla de audio que nos da diferentes ángulos desde donde sale el sonido.

Lo cual le da mayor verosimilitud a la ilusión de estar en el mundo de ‘Moss: Book II’, más allá de la aplicación del VR mediante el visor.

Moss: Book II

Resta mencionar que la música cumple muy bien su papel en ‘Moss: Book II’; no es algo memorable, pero logra destacar en los momentos puntuales.

Sobretodo porque reitera este aspecto de “cuento de hadas infantil” que quiere mantener ‘Moss: Book II’ en todos sus aspectos, saliendo avante en cada uno de ellos.

¿Vale la pena jugar ‘Moss: Book II’?

Sin lugar a dudas ‘Moss: Book II’ es un juego que todo el que tenga un PS VR debe de experimentar, pues es de los pocos que explota todas sus capacidades.

‘Moss: Book II’ cuenta con buenas implementaciones de la realidad virtual, tanto en el aspecto visual como en el sonoro.

Es cierto que falla en lo que se refiere al control, sobretodo la parte dedicada a Quill; afortunadamente es algo que no rompe la experiencia en demasía.

Moss: Book II

Además de que los valores estéticos de ‘Moss: Book II’ son sobresalientes, todo se ve bastante bien y transmite perfectamente ese estilo inocente de los cuentos clásicos.

Esto sin olvidar que su perspectiva en tercera persona y duración de 6 horas ayudan mucho en términos de salud para el jugador, pues se evita cansancio visual y sensaciones de mareo.

‘Moss: Book II’ demuestra que aunque el VR aún es un terreno frágil para explorar, se pueden crear cosas interesantes cambiando un poco los canones ya establecidos.