Pathfinder: Wrath of the Righteous es una de esas experiencias que parecen un tanto restrictivas para el grueso de jugadores de consolas, pues desde su primer minuto demuestra su complejidad.
Estamos hablando de un juego que está hecho con la base de la vieja escuela del rol, de aquél que se jugaba (y aún lo hace) con papel, lápiz y mucha imaginación.
Claro que en Pathfinder: Wrath of the Righteous todo eso se ve sustituido por gráficos en 3D, valores de producción y gameplay adaptado a consolas.
El resultado es un título apasionante, que te puede atrapar a pesar de que demanda mucho de tu parte, y que te mantendrá pegado por horas al televisor.
A continuación te diremos qué es lo mejor y lo peor de Pathfinder: Wrath of the Righteous en consolas.
¿Qué es Pathfinder: Wrath of the Righteous?
Pathfinder: Wrath of the Righteous nos pone en la piel de un personaje que creamos desde “0″, el cual ve cómo una ciudad es destruida a manos de Deskari y su ejército de demonios.
Sin embargo, el destino opera de nuestro lado, dándonos la posibilidad de salvar lo que queda del poblado; además de que parece que gran parte del destino del mundo dependerá de nosotros.
No podemos develar gran parte de la historia de Pathfinder: Wrath of the Righteous debido a que esta forma parte integral del gameplay, será deber del jugador descubrirla poco a poco.
Desde el inicio el juego nos deja personalizar gran parte del mismo, pues podremos hacer a nuestro personaje de distintas maneras, eligiendo su clase, etnia, ideología, moral y aspecto físico.
Además Pathfinder: Wrath of the Righteous nos permitirá desarrollar la trama de acuerdo a las elecciones que hagamos, tanto en misiones, como en los diálogos que tendremos con distintos personajes.
Con esto el juego se asegura que cada usuario tenga una experiencia única alrededor de la obra, sin tener que preocuparse por seguir “el camino correcto”.
Obviamente esto implica mucho texto; pero no te preocupes, pues el juego viene totalmente en español, aunque no por eso la cantidad de párrafos disminuye.
Podemos decir que esta flexibilidad en la narrativa, hace que Pathfinder: Wrath of the Righteous sea tan adictivo, por lo menos por un primer momento; aunque nada valdría si no estuviera sustentando por un buen gameplay.
¿Cómo se juega Pathfinder: Wrath of the Righteous?
Pathfinder: Wrath of the Righteous tiene su origen en la PC, esta versión es un port para consolas, por lo que todas las mecánicas son similares a los títulos de computadoras.
Es decir, tienes a tu personaje en ambientes de vista isométrica, el cual se mueve en tiempo real, mientras que todas sus habilidades se activan mediante comandos con el control.
Afortunadamente Pathfinder: Wrath of the Righteous hace una buena transición entre mouse y teclado a mandos tradicionales, por lo que acceder a tus poderes, ataques e ítems no será complejo.
A esto hay que sumar que el juego te deja escoger entre dos tipos de sistema de combate: el activo y el pasivo.
El primero, como su nombre lo indica, todos los personajes en pantalla atacarán de manera automática a los enemigos; aunque tú puedes mantener cierto control en tu avatar.
El segundo es el clásico por turnos, donde eliges la acción que desarrollará cada guerrero de tu equipo, el cual puede estar conformado por hasta 6 elementos.
Esto hace que las batallas sean tan complejas o sencillas como el jugador desee, por lo menos en su acercamiento, pues siempre habrá complejidades en general.
Tampoco podemos olvidar que Pathfinder: Wrath of the Righteous nos dejará liderar todo un ejército en su desarrollo posterior, lo cual agrega una nueva capa al sistema de juego.
Pues ya no sólo tienes que gestionar a un combinado reducido, sino a toda una facción, lo que incluye construir y mejorar bases.
Como puedes ver, Pathfinder: Wrath of the Righteous demanda mucho del jugador; pero aseguramos que una vez que te adentras en sus entrañas, encontrarás una obra cautivante.
¿Vale la pena Pathfinder: Wrath of the Righteous?
Pathfinder: Wrath of the Righteous es un juego recomendable sí, y sólo sí, estás dispuesto a dedicarle varias horas al juego y meterte de lleno en todo su sistema.
Pues si eres alguien que busca la acción inmediata, Pathfinder: Wrath of the Righteous te decepcionará desde el primer momento.
No se trata de un juego de fácil acceso y mucho menos, aunque está en idioma español, esto sólo quita una de las muchas barreras que podría significar para un jugador ajeno al rol en general.
Sin embargo, si estás dispuesto a darle una verdadera oportunidad; te encontrarás con que Pathfinder: Wrath of the Righteous es una obra como pocas.
Su trama es intrigante, su sistema de juego adictivo y capacidad de personalización algo pocas veces visto; básicamente tú creas tu propia historia.
Y esto es algo que muy pocos juegos se dan el lujo de ofrecer en la actualidad.