Científicos del Laboratorio Jackson, en Connecticut, Estados Unidos, revelaron que de los 24 ratones enviados al espacio con un cohete de SpaceX en diciembre del 2019, ocho regresaron con cuerpos de fisicoculturistas. Y así lo muestran las fotos.
Los otros 16 perdieron hasta el 18 por ciento de masa muscular, según apunta la investigación publicada en la revista Proceedings de la Academia Nacional de Ciencias, donde se explica que estos roedores no recibieron el mismo tratamiento que el resto.
Lo anterior, debido a que los ocho que volvieron más fuertes habían sido modificados genéticamente a través de un proceso que bloquea una vía de señalización molecular; es decir, inmovilizaron un par de proteínas que limitan la masa muscular.
En consecuencia, los ratones no sólo conservaron sus músculos, sino que los hicieron crecer gracias al tratamiento que fomentó la recuperación de su masa muscular y ósea. Este hecho causó el asombro de los investigadores que buscan prevenir la pérdida de masa muscular en los astronautas que realizan viajes prologados al espacio.
"Parecía que se habían dedicado a entrenar durante su viaje. Los roedores fueron devueltos en buenas condiciones en una cápsula SpaceX, que se lanzó en paracaídas al Pacífico frente a la costa de California. Y regresaron a la Tierra a principios de 2020", explica la revista.
Los resultados son alentadores para los científicos, pues consideran que podrían ser útiles en el desarrollo de terapias que ayuden a los astronautas a mitigar la pérdida de masa muscular, pero además, que el tratamiento podría aplicarse en personas que sufren de estas pérdidas debido a afectaciones como distrofia muscular, osteoporosis, y enfermedades que causan desgaste muscular como cáncer.