El pasado 23 de marzo de 2017, el anime de Naruto llegó a su fin; lo cual cerró un ciclo de 15 años. Así que es momento de preguntar, ¿Esta longeva serie se ha ganado un lugar en el Olimpo del anime al lado de serie como Ranma, Sailor Moon, Evangelion, Ghost in the Shell, Death Note, Rurouni Kenshin; pero sobretodo, Dragon Ball?
Vayamos por partes. ¿Por qué poner énfasis en Dragon Ball? Bueno, nos guste o no, la serie protagonizada por Goku y sus amigos es la que cuenta con mayor proyección a nivel mundial; a pesar de contar con 30 años de existencia, se ha mantenido vigente en diversas formas, ya sea en videojuegos, películas, mangas y anime; muestra de ello es que la franquicia regresó con una nueva saga hace un par de años, manteniéndose en el gusto de muchas personas, a pesar de las críticas.
Es cierto que hay mejores series, con historia más elaborada, mejores personajes y animación; sin embargo, no podemos negar que la historia del niño con cola que busca las Esferas del Dragón es conocida por gente que ni siquiera es seguidora de la cultura japonesa en general.
Ahora bien, los fans de Naruto podrán decir que sí, que la obra de Kishimoto tiene todos los argumentos para estar, no sólo al lado, volverse el referente por antonomasia de lo que es el anime en un par de años; replicando lo que vemos con el fenómeno “Dragon Ball”. Para muestra, cuenta con varios fans alrededor del mundo, sus personajes son reconocidos y tiene todo el respaldo de Toei para seguir desarrollando productos a su alrededor, como pasara con el trabajo de Toriyama.
Hay que reconocerlo, fuera del relleno (que es el gran punto débil innegable de Naruto), la serie del ninja de Konoha es muy entretenida, tiene buenas batallas y todas las locuras japonesas que tanto gustan; sin mencionar el mensaje de amistad y superación personal, que fue una de las principales razones por la que es amada por muchas personas, quienes se han visto inspiradas por el héroe y sus amigos.
Sin embargo, también hay cosas que no permitiría que Naruto se volviera ese referente; y van más en el sentido de la proyección y época. Dragon Ball llegó a nivel internacional en un momento donde no había muchas opciones, por lo que se volvió prácticamente el heraldo del anime en todo el planeta; ese es un gran extra que ha convertido a este anime en lo que es actualmente.
Naruto no es un heraldo, pues estuvo compartiendo proyección con otras series igual de interesantes como Bleach y la eterna One Piece, sin mencionar muchas otras producciones. No solo eso, nacer y desarrollarse en la era de internet bien podría ser un arma de doble filo; sí, por un lado pudo verse de manera oficial sin tener que esperar años a que fuera licenciada a distintos territorios, lo que de dio vigencia e inmediatez; pero por otro lado, sólo se enmarcó como un contenido propio de los fans del anime. La televisión abierta jugó a favor de Goku, quien lo veía muchas veces obligaba a otros a ver sus aventuras, más si sólo se tenía acceso a un solo receptor, era algo comunal.
En el caso de Naruto, todo era más individual, cada persona lo podía ver cuando quisiera donde quisiera en diversas pantallas, no se estaba anclado en la tele; si alguien no le interesaba la serie, simplemente ponía su propia pantalla (llámese dispositivo móvil o computadora), para ver o hacer alguna otra cosa.
Es difícil ver el panorama a futuro, en este momento es innegable la popularidad del anime/manga de Kishimoto, más aún cuando falta la saga de Boruto, que podría encumbrar (o enterrar) a esta obra.
Lo más probable es que suceda algo generacional, la gente de la vieja escuela tendrá a Dragon Ball como la cumbre del género, mientras que la generación del 2000 a la fecha, bien optará por la historia del ninja de Konoha. A nosotros, en un escenario idílico, nos gustaría que, dentro de otros 15 o 30 años, la gente siga recordando tanto a Naruto, como a Dragon Ball.