Sand Land tiene un horizonte difícil que no estaba plenada cuando fue desarrollado, pues es el primer juego de basado en una obra de Akira Toriyama que se estrena después de la muerte del mangaka.
Obviamente Sand Land no estaba planeado de ninguna manera para ser un videojuego homenaje para Akira Toriyama, sólo una obra más que usa alguna licencia del legendario autor.
No obstante, muchos fans esperarán que esta obra sea una especie de “monumento” a la vida y obra del artista japonés, lo que acabará decepcionando a más de uno.
Pues el título de Bandai-Namco sólo hace lo necesario para ser “decente”, sin aspirar a más.
¿De qué trata Sand Land?
Sand Land nos pone en un mundo cubierto por un desierto enorme, el cual quedó devastado por una gran guerra, haciendo que la mayoría del agua se acabara en el planeta.
Es aquí donde aparece Beelzebub, el joven príncipe de los demonios, el cual va en búsqueda de la “Fuente Legendaria”, junto a su fiel servidor Thief, el sheriff humano Rao y la misteriosa Ann.
Como podrán imaginar, esta aventura se complica principalmente por culpa del “Rey”, el gobernante de Sand Land, el cual es no desea que nadie encuentre la mencionada fuente, para así mantener el monopolio de agua.
La historia del juego es la misma que la del manga y anime, sin ninguna variación en realidad, si leíste o estas viendo la adaptación animada, ya sabes qué es lo que pasará.
Hay que mencionar que Sand Land toca temas bastante interesantes, como la corrupción, las narrativas del poder para someter a los ciudadanos, y los crímenes de guerra, pos mencionar algunos.
Sin embargo, no se llega a profundizar en ellos realmente, pues todo se siente muy apresurado, tomando en cuenta que la obra original sólo duró 14 semanas en publicación.
Si bien en un manga o serie esto funciona muy bien, en un videojuego se notas las carencias narrativas, pues incluso en las primeras horas sientes que todo pasa muy rápido.
Afortunadamente Akira Toriyama sale al rescate de la narrativa, pues como era su costumbre, nos da un grupo de personajes carismáticos.
Aunque el desarrollo de estos a lo largo de Sand Land sea a cuenta gotas (con Rao y Ann como los mejores), su presencia te hace conectar con ellos.
Sobretodo Beelzebub, quien es el clásico niño travieso de buen corazón que finge ser malo; que tanto gustaba a Akira Toriyama y que aún al día de hoy funciona bastante bien en las historias.
¿Cómo se juega Sand Land?
Podemos catalogar a Sand Land como un juego de acción aventura en un mundo abierto, pues tendrás a tu disposición todo el desierto para explorar.
Además Sand Land también cuenta con toques RPG, pues Beelzebub subirá de nivel y adquirirá puntos de habilidad, con los que podrás personalizar los ataques del personaje.
Asimismo también podrás asignar nuevas destrezas a tus compañeros para que te apoyen en las diversas batallas.
En sí el sistema de combate no es muy complejo, sólo tienes un botón de ataque débil, otro de ataque fuerte y las esquivas; lo único que debes de hacer es golpear, esquivar y de vez en cuando usar alguna habilidad especial.
Nada fuera de lo normal, aunque trata de dar variedad con secciones de sigilo que no son muy complejas y otras donde manejas un vehículo de combate, que se ponen interesantes.
De hecho una de las cosas en la que posiblemente se te vaya más el tiempo es en personalizar tu tanque, motocicleta o aeronave, pues lo puedes mejorar en varios aspectos, desde las armas, hasta su rendimiento.
Esto es importante porque este vehículo armado, te abrirá nuevos caminos en Sand Land, ya sea para avanzar en la historia principal o mientras exploras el desierto para descubrir sus secretos.
Aunque no esperes un mundo muy interesante en realidad, la mayoría de cosas que encuentras en Sand Land al explorar son cofres y una que otra pelea extra.
En realidad el juego no te da ese sentimiento de recompensa o logro por revisar a detalle su mapa, se siente más que los elementos están ahí para rellenar el título.
Lo mismo pasa con las misiones secundarias, que son de lo más genéricas posibles, desde rescatar personas atacadas por monstruos, hasta juntar cierta cantidad de materiales.
Lo que ves en casi todos lo juegos de mundo abierto o semi abierto desde hace ya varios años.
En sí todo el gameplay de Sand Land funciona bien; pero tampoco es algo que te deje impresionado.
¿Cómo se ve Sand Land?
Sand Land tiene un muy buen estilo estético, con gráficos que remiten al estilo del anime, sin caer en el ya gastado cell shading.
Lo curioso es que Sand Land parece más “hecho a mano”, que muchas obras que buscar recrear esa estética con el cell shading.
Pues los desarrolladores dejaron los “trazos” de Akira Toriyama. Puedes ver los contornos remarcados, los sombreados con lápiz y los detalles “de papel” en varios de los diseños.
Esto le da una apariencia artística curiosa que los fans del fallecido mangaka agradecerán.
Las voces de Sand Land también son muy buenas, aunque esto sólo aplicado a las que están en japonés.
Mismas que camptan a la perfección el sentimiento de cada uno de los personajes, dotándolos de una expresividad única.
Algo que las contrapartes en inglés no logran por mucho que se esfuercen.
Es bien sabido que en juegos de anime, la localización en inglés pocas veces funciona y Sand Land no es la excepción.
¿Vale la pena Sand Land?
Sand Land es un juego que está a nada de caer en lo génerico; pero sus personajes y estética lo salvan de ser irrelevante.
Aunque la historia de Sand Land es buena y hace unos señalamientos de problemas mundiales de forma puntual, el mensaje funciona mejor en papel o animación.
Pues en videojuego todo se siente muy atropellado; sin olvidar que el gameplay tampoco es nada del otro mundo.
Si quieres rendirle homenaje a Akira Toriyama, recomendamos esperar a Dragon Ball Sparking Zero, pues Sand Land es sólo otro de los muchos juegos de anime de Bandai-Namco que sólo cumplen con lo mínimo para no ser intrascendentes.