A mediados de 2019, Netflix estrenó su versión de 'Saint Seiya', la cual fue mal recibida por fans y público en general, quienes la acusaron de ser una ofensa para la obra original, además de demostrar una gran mediocridad en varios sentidos.

Seiya

A pesar de ello, la plataforma decidió proseguir con su plan y el 23 de enero del 2020 lanzaron la segunda temporada del show, ya sin la gran promoción que se le hizo al primer bloque de capítulos, para evitar las mismas reacciones.

Si bien esta segunda temporada es un poco más disfrutable, en general se mantiene como una obra genérica, que no justifica realmente su existencia dentro de la franquicia.

Una historia mejor contada

Uno de los grandes problemas de la primera temporada de 'Saint Seiya', es que la historia no tenía un hilo lógico, todo sucedía "por que sí", sin una explicación como tal; los eventos se daban de manera muy rápida sin un desarrollo de personajes.

Ahora la narrativa esta un poco más elaborada, dándole su espacio a los Caballeros de Plata y Caballeros Dorados, además de presentar las claves del conflicto de manera más puntual.

Shaka

Todo tiene un poco más de sentido y hasta cierto punto se respetan algunas cosas de la serie original; por lo menos en los primeros cuatro capítulos de la temporada.

La existencia de Vander Graad siguen sin estar justificada

Mientras que en los primeros episodios estamos ante un relato mitológico, acerca de profecías, guerras entre dioses y seres con poderes extraordinarios; los últimos dos nos regresan a lo ridículo que fue la temporada pasada.

De nueva cuenta tenemos al villano Vander Graad, cuya razón de ser sigue sin estar justificada. Al parecer Netflix trataba de darle un giro a la historia al mostrar lo que pasaría si "simples humanos" pelearan contra caballeros y dioses.

Vander Graad

Esto no resulta porque rompe con la inmersión que se había logrado al presentar a los Dorados y Plateados. los creadores omiten las reglas que ellos mismos se impusieron, sobretodo al tratar de manejar un conceptos abstractos como el "cosmos".

Haciendo que toda la mística de la obra se vuelva una caricatura de sí misma. Parece que estamos viendo dos series diferentes, a pesar de tener a los mismos personajes.

Los errores del pasado

Aunque se arregló un poco el ritmo de la serie, varios de los problemas originales subsisten detrás de esta narrativa parchada.

Los ambientes siguen vacíos, sin cambios de escenario realmente relevantes, todo sucede en desiertos, bosques o cuartos cerrados; lo que denota una falta de presupuesto o flojera al momento de animar la serie. Sin mencionar que reciclaron una escena de la película 'La Leyenda del Santuario'.

Mitsumasa Kido

Los personajes siguen sin desarrollarse. Todos y cada uno de los Caballeros se mantiene en una misma línea sin tener cambios relevantes en su actitud. El claro ejemplo es Seiya, que a pesar de estar en casi todas las escenas, en realidad jamás llega a ser relevante.

Si el protagonista ese así de parco, que se puede esperar del resto del elenco, que está ahí como un adorno. 

La voz de Seiya aún es insufrible

Darío Yazbek fue muy criticado por ponerle la voz a Seiya, sobretodo porque su interpretación era mala en la primera temporada. En esta segunda mejora un poco; pero no lo suficiente para hacer un trabajo destacado.

Sigue siendo mediocre, sobretodo si se le compara con el resto de los actores y actrices que buscan rescatar un poco la serie. Yazbek trata de meter un poco más de tridimensionalidad a su interpretación, cosa que no logra.

Seiya

Su trabajo aún es plano y sin emociones, además de que su tono vocal no cuadra con la imagen del santo de Athena. Vamos, que esta segunda temporada reafirmó que no es el adecuado para el papel.

'Saint Seiya' de Netflix no es divertida

'Saint Seiya' de Netflix está pensada para nuevas generaciones, es decir, para niños y adolescentes; no obstante, eso no la justifica para ser una producción mal hecha que no es divertida en general.

Es una obra que puedes ver, entretenerte un rato y después olvidar, pues no cuenta con ningún elemento que la haga memorable como su versión original. Es floja en su conjunto y sólo trata de colgarse del nombre de la franquicia sin aspirar a más.

Podríamos decir que es culpa del enfoque occidental; sin embargo, todos los proyectos de 'Los Caballeros del Zodiaco', desde 'Lost Canvas', son igual de olvidables.

Si quieren ver algo de 'Saint Seiya' en Netflix, les recomendamos la serie original, la Saga de Hades y 'Lost Canvas', son mejores historias que este estreno.