Victoria 3 es uno de esos juegos que no son para todo el público, pues aunque catalogaría como un RTS, la realidad es más como un simulador de política.
En Victoria 3 te encontrarás con todas las complejidades de ser el líder de un país, más allá de hacer la guerra a otros ejércitos del mundo.
Esto requiere bastante tiempo y que el jugador tenga un compromiso real con el título, no sólo el querer una “partida rápida”, sino explotar todo lo que Victoria 3 ofrece.
Pero no nos adelantemos y vayamos por partes con Victoria 3.
¿Qué es Victoria 3?
Como ya mencionamos, Victoria 3 es un simulador donde tomas el control de un país durante un siglo completo en la Era Victoriana.
Sin embargo, fuera de esta premisa Victoria 3 no tiene un mayor trasfondo, pues el juego apela a la libertad absoluta, donde el jugador elige cómo desarrollar su nación.
Así tienes la posibilidad de hacer un país tecnológicamente avanzado de primer mundo, una nación bélica intervencionista o una utopía propia de la fantasía.
Básicamente en Victoria 3 es el jugador quien asume el rol de líder de una población, la cual estará casi a merced de todos los caprichos y decisiones que se le vengan a la mente.
Sin embargo, no todo es tan fácil en Victoria 3, pues tienes que estar al pendiente de todos los aspectos de tu nación; desde la infraestructura, hasta el precio de los recursos.
Esto debido a que todo afecta a todo; si escasea la comida, puede haber revueltas en las ciudades; si gobiernas con mano de hierro, bien podrías perjudicar a los negocios.
Las cosas en Victoria 3 son tan puntuales que incluso el nivel educativo es importante, pues una sociedad poco escolarizada bien puede ser más manejable; pero a mismo tiempo sufrirás un atraso tecnológico.
Obviamente esto también puede afectar tus intenciones de dominar el mundo, pues a diferencia del RTS tradicional, no puedes ir declarando la guerra al primero que pase.
Los conflictos bélicos gastan recursos y si no tiene lo suficiente, podrías terminar cediendo parte de tu territorio a una nación extranjera que ni siquiera sabía que existías.
Y claro también debes de atender cosas como los derechos de los trabajadores, el esclavismo, la legitimidad del poder, las reformas a las leyes y un largo etcétera.
Como puedes ver, Victoria 3 es como entrar en la vida pública; pero desde la comodidad de tu casa.
¿Cómo funciona Victoria 3?
Para poder gestionar todo en Victoria 3, la gente de Paradox trató de simplificar las tareas lo más posible para que el público no se frustrara en su primer intento.
En sí Victoria 3 cuenta sólo con 3 aspectos a revisar; Burocracia, Autoridad e Influencia, tus acciones definirán como van subiendo cada uno de estos.
Además se integró una lista de deseos, donde puedes ver las necesidades de la población y como atenderlas (o dejarlas de lado).
Finalmente, la interfaz tiene un sistema de “casillas” en la parte inferior del mapa, donde puedes navegar de manera más rápida entre las opciones de jugabilidad (revisar el mercado, administrar tu ejército, etcétera).
Si bien todo esto no quita que Victoria 3 aún requiera mucho de tu parte, sí hacen que la experiencia sea bastante agradable y en poco tiempo te acostumbras a navegar por el juego.
Vamos, que Victoria 3 se basa más que nada en revisar textos y elegir opciones, más que en alguna clase de combate activo; pues toda la estrategia la realizas mentalmente y no sobre la marcha de una batalla.
Debes de armarte de mucha paciencia, porque el tener una nación ya no poderosa, sino decente, te puede llevar lo mismo que acabar un juego RTS tradicional.
Y aún después de esto le puede seguir sacando mucho jugo a Victoria 3, pues en realidad el juego nunca acaba como tal.
¿Vale la pena Victoria 3?
Victoria 3 vale la pena sí, y sólo sí, eres un jugador dedicado que gusta de los simuladores y de revisar opciones casi infinitas.
Si eres de los que busca acción inmediata, Victoria 3 te parecerá la cosa más aburrida del mundo y lo tacharás del peor juego posible.
No obstante, si estás dispuesto a darle una oportunidad, puede que te encuentres con uno de los títulos de mayor profundidad que hay actualmente.
Además de que te ayuda a comprender mejor no sólo los pormenores de la Era Victoriana, también todo lo que implica el gobierno de un pueblo.
Victoria 3 no hace concesiones; pero es probable que esa sea su mayor virtud y el por qué debería de ser considerado como uno de los mejores simuladores a la fecha.