Después de varios retrasos e incertidumbre; por fin pudimos poner nuestras manos en uno de los juegos más esperados del año. Nos referimos a Cuphead, el cual resultó por demás afortunado, pues trae consigo toda la esencia de la vieja escuela del género; con una estética hermosa, un modo de juego casi perfecto, una dificultad endemoniada y una historia que te atrapa desde el primer momento.
La obra te pone al mando de uno de los "Hermanos Taza", quienes después de una racha de buena suerte en el casino del Diablo, deciden aceptar una apuesta del Señor de la Tinieblas a cambio de su alma; lamentablemente pierden y ahora deberán de sufrir por el resto de la eternidad; o bien, hacer de mandaderos de Belcebú, recolectando las animas de todos aquellos que estén en deuda con él. Obviamente, eligen esto último.
Así, deberemos de recorrer una serie de niveles lineales para, después de varias etapas, enfrentar al jefe de quien extraeremos su esencia vital. A pesar de que no hay mucho que explorar por el mismo diseño de la obra, en realidad no es tan necesario, pues los escenarios cuentan con una estructura que los hace sumamente disfrutables y retadores. Obligándonos a ser unos maestros con las habilidades base de los hermanos (correr, saltar, deslizarnos en tierra y aire, y disparar con los dedos), lo que significa que no habrá momento donde nuestros reflejos y toma de decisiones en cuestión de segundos, no sean puestos a prueba.
Por lo general cuando uno habla de un título con un alto grado de dificultad; muchas veces esto refiere a una arquitectura deficiente, es decir, el juego es difícil porque el sistema de control está mal ejecutado. En Cuphead no sucede así, los controles son intuitivos y responsivos, logrando que la acción sea fluida en todo momento. En cuestión de minutos lograrás dominar lo básico de la obra y conforme vayas avanzando te acostumbrarás a los movimientos; no obstante, el mismo desarrollo de los niveles se hará más complejo, lo que ocasionará que en realidad nunca te sientas 100% seguro de tu habilidad.
Otro punto a su favor es que cuenta con cooperativo local (de acuerdo con declaraciones del estudio, se espera que próximamente cuente con la opción online); lo que le agrega un plus, pues será mucho más divertido tratar de pasar el juego con algún familiar o amigo, que de manera solitaria, siendo una reminiscencia de las arcades cooperativas de los 80 y 90.
Ahora bien, este estilo "anticuario", se puede notar desde la estética misma; que hace a un lado los polígonos y pixeles, en favor de la animación tradicional en 2D, teniendo como base las primeras caricaturas de la historia (que también se deja ver en el diseño de personajes). En seguida te vendrán a la mente los primeros cortos de los Looney Tunes o Betty Boop, donde todo es extremadamente colorido y animado; pero al mismo tiempo, perturbador. Te aseguramos que habrá momentos donde olvides que estás ante un videojuego y pienses que estás manejando una de esas animaciones de lo 30's y 40's.
Si eres un jugador (veterano o reciente) que se queja porque los juegos actuales no son un reto y tienen poca imaginación; entonces no lo pienses dos veces, Cuphead está hecho para ti. Tiene todos los elementos que te enamorarán a primera vista y no querrás alejarte de él, a pesar de que barrerá el piso contigo en más de una ocasión. Lo cual en cierto momento podría ser contraproducente, pues el reto es tanto, que alguien sin mucha paciencia podría verse frustrado a los pocos minutos, dejando la experiencia de lado.