Una mujer de 28 años asesinó a golpes a una bebé de dos meses de edad y posteriormente la vistió y envolvió en cobijas para hacerles creer a sus padres que estaba dormida.
Al entregarla, Marissa Tietsort la colocó en el asiento para bebés de la parte trasera del auto de la madre, argumentando que estaba durmiendo pero no fue hasta que la señora se detuvo en una lavandería cuando notó que su hija estaba muerta.
Según informa Wausau Daily Herald, la niñera puso un sombrero sobre la cabeza de la niña para que su mamá no notara los golpes, sin embargo, fueron estos los que causaron su muerte y ahora se enfrente a un proceso penal en su contra.
La responsable tiene cinco hijos y está embarazada nuevamente, en su historial delictivo resaltan abusos contra varios menores de edad que acudían a su guardería clandestina ubicada en Estados Unidos; algunos terminaron con hemorragias cerebrales.
"No soy un monstruo. Soy una gran madre. Quiero una reducción de mi fianza, además en prisión no me dan cuidados prenatales adecuados. No soy una amenaza para la sociedad o un monstruo", declaró Tietsort.