El portal especializado en tecnología Tech Crunch reveló este viernes que un hacker accedió a miles de documentos de la embajada de México en Guatemala y los compartió a través de una cuenta de Twitter.
Identificado como @0x55Taylor, el usuario publicó en un tuit el enlace para que cualquier persona pudiera descargar los datos a principios de esta semana, aunque el archivo fue eliminado posteriormente por la plataforma que los alojaba.
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De acuerdo al reporte, el hacker habría compartido con Tech Crunch los documentos con el objetivo de verificar su contenido, asegurando que habían sido descargados desde un “servidor vulnerable” localizado en Guatemala, al que estaría relacionado la Embajada de México en ese país.
Fue ignorado por funcionarios mexicanos
También menciona que el sujeto contactó a funcionarios mexicanos para advertirles sobre el problema, pero fue ignorado; el reporte sugiere que el hacker suele recibir recompensar por alertar sobre este tipo de problemas, pero hace pública la información cuando no recibe una respuesta.
En total se trataría de más de 4,800 documentos que, en su mayoría, estarían relacionados a procesos internos como la emisión de documentos y otras actividades consulares; entre estos también se encontraron más de mil documentos de identidad de ciudadanos y diplomáticos.
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Estos documentos están integrados por copias digitales de pasaportes, visas, certificados de nacimiento y otros papeles confidenciales, pertenecientes principalmente a personas de origen mexicano algunos de ciudadanos guatemaltecos.
Documentos confidenciales
Además hallaron escaneos de tarjetas de pago en las que se mostraba la información del anverso y reverso de los plásticos, así como docenas de cartas que otorgaban derechos diplomáticos, privilegios e inmunidades al personal de la embajada.
Algunos documentos incluso estaban firmados por Luis Manuel López Moreno, embajador de México en Guatemala, con instrucciones de que fueran transportados en una valija diplomática, con la que transportan correspondencia oficial que las aduanas no pueden registrar; otros documentos más estaban marcados como “confidenciales”.