Un grupo de turistas que realizaban un paseo en helicóptero sobrevolando las playas de Islandia encontraron algo que nunca se habrían imaginado: un cementerio al aire libre en el que podía contarte al menos 50 ballenas muertas.
David Schwaezhans, el piloto del aeronave con la que fue hecho el hallazgo, dijo que los cadáveres se veían desde el aire esparcidos en la costa de la península de Sanaefellsnes, en la zona oeste del país.
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De acuerdo con las indagaciones, los ejemplares muertos eran ballenas piloto de aleta larga, especie que se caracteriza por ser su intenso color negro y por su tamaño que puede superar los 6 metros de largo y las dos toneladas de peso en el caso de los machos, y hasta 4 metro y una tonelada en las hembras.
Nadie sabe lo que les pasó
La fecha en que murieron los animales aún es desconocida, pero las fotografías podrían dejar claro que la tragedia no fue reciente pues los cuerpos están parcialmente cubiertos por arena y el propio Schwaezhans resaltó que en la “triste” escena cabía la posibilidad de que haya más que estén totalmente ballenas enterradas.
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Aunque la teoría más aceptada es la que indica que las ballenas nadaron a una costa con poca profundidad y quedaron varadas, los expertos aún no logran explicarse qué fue exactamente lo que pasó.
No obstante, esta no es la primera vez que un episodio así involucra a ballenas piloto; el año pasado, habitantes de Islandia encontraron a un grupo grande de ballenas en peligro y trabajaron para hacer que se alejaran de la costa para salvarlas.
Con información de AP.