A través de un comunicado el gobierno de Japón anunció que verterá al mar más de un millón de toneladas de agua que proceden de la central nuclear de Fukushima, una vez que el agua esté tratada, informó AFP.
La decisión se tomó tras siete años de debate sobre cómo deshacerse del agua de lluvia, de las capas subterráneas o de las inyecciones necesarias para enfriar los núcleos de los reactores nucleares que entraron en fusión por el tsunami del 11 de marzo de 2011.
De acuerdo con el comunicado, se tratarán y verterán en el Océano Pacífico alrededor de 1.25 millones de toneladas de agua contaminada, la cual actualmente se encuentra almacenada en más de mil cisternas.
Tratamiento del agua de Fukushima con residuos nucleares
El primer ministro Yoshihide Suga, informó que el agua con residuos nucleares será vertida “después de asegurarnos de que (las sustancias radiactivas) están debajo de los estándares de seguridad” y que se tomarán “medidas” para impedir que esto perjudique a la región.
Y es que de acuerdo con el gobernó japonés, el agua que se arrojará al Océano Pacífico se ha filtrado varias veces para eliminar la mayoría de las sustancias radiactivas, a excepción del tritio, ya que este no se puede quitar con las técnicas actuales.
Esta operación del agua de la central nuclear de Fukushima, informaron, tardará dos años en comenzar y podría tomar décadas.
Vertido de agua de central nuclear de Fukushima desata polémica
Esta decisión de verter el agua al Océano Pacífico se tomó teniendo en cuenta la evaporación en el aire o el almacenamiento sostenible; sin embargo, el gobierno japonés dijo que: “la gestión del agua contaminada es un tema que no se puede evitar” para reconstruir Fukushima.
Los pescadores y los agricultores de Fukushima han criticado y se han opuesto duramente a esta decisión pues temen que se deteriore aún más la imagen de sus productos entre los consumidores.
Asimismo, la organización ecologista Greenpeace ha insistido en que se siga almacenando el agua hasta que la tecnología permita descontaminarla por completo, acusando al gobierno japonés de:
“Contaminar deliberadamente el Océano Pacífico con residuos nucleares”.
Greenpeace.
Por su parte China calificó de “extremadamente irresponsable” la decisión de Japón ya que “dañará la salud y la seguridad pública en el mundo, así como los intereses vitales de los países vecinos”; Corea del Sur, expresó “gran pesar” por la decisión que representa “un riesgo para el entorno marítimo”.
Los únicos aliados de Japón en cuanto a su decisión de verter el agua en el Océano Pacífico, son Estados Unidos y la Organización internacional de Energía Atómica, quien le ofreció apoyo técnico.