Hace unos días, el gobierno de Alemania fue acusado de haber transportado cerveza, vino y alcohol en una avioneta, pero no a sus colaboradores de Afganistán.
La principal crítica fue difundida por el Christoph Hoffmann, portavoz de Desarrollo, quien cuestionó a Alemania por su decisión arbitraria sobre los trabajadores de Afganistán.
Alemania transporta miles de litros de alcohol
Según la información presentada por ‘Bild’, el gobierno de Alemania está siendo fuertemente criticado por la decisión tomada por sus colaboradores en Afganistán.
Se habla de que Alemania decidió transportar 65 mil latas de cerveza, 340 botellas de vino espumoso y 22 mil 500 litros de alcohol de Afganistán, en su plan de retirada.
Sin embargo, se ha señalado que para dichas acciones tuvieron que hacer uso de transporte extra, el cual, críticos consideran podría haber sido destinado para transportar a afganos.
¿Por qué Alemania tendría que salvar a colaboradores de Afganistán?
El fondo del asunto se deslinda de las catástrofes sociales y políticas en las que actualmente Afganistán se ha visto envuelta.
Y es que, Alemania, según lo señalado por Christoph Hoffmann, tiene colaboradores de originen afgano que trabajan directamente con el gobierno para proyectos de la Sociedad Alemana para la Cooperación Internacional (GIZ, por sus siglas en alemán).
Ante la perspectiva del portavoz de Desarrollo, esa razón podría ser la herramienta válida para que se les proporcionen visas de permanencia y así se dirijan a Alemania.
Sin embargo, el canciller Heiko Maas, habría dicho que estas visas no se podrían hacerse extensivas a los afganos debido al número de colaboradores que son.
“No estamos hablando de 2 mil personas, sino de unas 20 mil”.
Heiko Maas, canciller.
Pese a ello, Hoffmann exhortó al gobierno a cumplir con sus responsabilidades con los afganos, pues estos “han trabajado para Alemania en la cooperación para su desarrollo”.
“Es una pena que GIZ, BMZ (Ministerio Federal Alemán de Cooperación Económica y Desarrollo) no se preocupen por su gente. No se puede tratar con gente así”.
Christoph Hoffmann, portavoz de Desarrollo de Alemania.