El ataque de un oso polar dejó como saldo la muerte de una mujer y un niño en un pueblo en Alaska. Expertos señalan que fue algo inusual.
Por desgracia, hay una triste razón que puede explicar este reciente ataque en Alaska de un oso polar a humanos.
De acuerdo con científicos, el ataque del oso polar fue mero producto del cambio climático que afecta a su hábitat.
El inusual ataque de un oso polar en un pueblo de Alaska
De acuerdo con la policía estatal del pueblo de Wales, Alaska, el oso polar habría entrado a los límites de la localidad cuando empezó a perseguir a un niño y a una mujer.
Cuando el oso polar alcanzó a los residentes empezó el ataque, dejando como resultado la muerte de la mujer y del niño.
El oso polar fue derribado y murió por los disparos de un arma de fuego que detonó un hombre que presenció el ataque.
La triste razón que provocó el ataque de oso polar en Alaska
Tras el ataque de oso polar en Alaska se ha revelado la triste razón que está detrás de este inusual acontecimiento.
De acuerdo con un estudio publicado en 2017 por The Wildlife Society, a lo largo de más de 100 años (entre 1870 y 2014) únicamente se han documentado 73 ataques de osos polares.
De los cuales, 63 víctimas sobrevivieron con lesiones después del ataque y las otras 20 perdieron la vida.
El último ataque de oso polar documentado se dio en el 2013. Por su parte, en 1980, se documentó el último ataque mortal de oso polar a humano.
Los osos polares suelen habitar en zonas de:
- Canadá
- Estados Unidos
- Groenlandia
- Noruega
- Rusia
Siendo a lo largo de estos cinco territorios donde se han documentado los 73 ataques de oso polar.
Por desgracia, el deshielo ha provocado que el encuentro entre osos polares y humanos sea cada vez más frecuente.
Pues el calentamiento global provoca cambios en sus tiempos de migración.
Esto debido a que los osos polares permanecen más tiempo cerca de los humanos antes de que puedan migrar al norte en invierno.
Pues el calentamiento global ha modificado el adelanto o el atraso del invierno.
Por lo que los lagos no se congelan a tiempo y los osos no pueden caminar encima de ellos para iniciar con su migración.
Situación que pasa en el condado de Churchill, al norte de Manitoba en Canadá. Lugar donde los residentes han reportado que los encuentros con osos polares son más frecuentes.