México.- Las calles de Managua se siguen llenando de nicaragüenses que exigen la renuncia del presidente Daniel Ortega y de su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo, quienes pasaron de ser parte de la guerrilla que acabó en 1979 con 40 años de dictadura, a ser considerados como una familia aferrada al poder.
El 30 de mayo se conmemora en Nicaragua el día de las madres. En vez de celebrar, miles de personas decidieron acompañar a las madres que exigen justicia por la muerte de sus hijos, asesinados por la policía nacional y grupos de choque de la juventud sandinista.
“A mi hermano lo mataron, el día viernes 11 de mayo, a las 1.40 de la mañana, le disparan los paramilitares del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo”, denunció Yader Parajón, ciudadano nicaragüense.
Desde hace 40 días, en Nicaragua se registran manifestaciones y protestas para exigir la salida del régimen familiar impuesto por el comandante del frente sandinista de liberación nacional.
En 1970, Daniel Ortega se unió a la lucha del frente sandinista de liberación nacional en contra de Anastasio Somoza, cuya familia gobernó Nicaragua por más de 40 años.
Durante ese régimen, Ortega estuvo 8 años en la cárcel y fue liberado por integrantes del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN).
“Ortega vino a ser el nuevo dictador de Nicaragua. Ortega es una especie de Anastasio Somoza, es una nueva versión corregida y aumentada”, señaló en entrevista con el noticiero En Punto, de Televisa, Hugo Torres, comandante de la guerrilla sandinista, quien participó en la liberación del presidente de Nicaragua.
En 1979, luego que los guerrilleros sandinistas ganaron la revolución y sacaron a Somoza del poder, se formó una junta de gobierno de reconstrucción nacional, que fue coordinada por Daniel Ortega, quien resultó electo por primeras vez como presidente de Nicaragua, luego que en 1984 se convocó a elecciones.
Ortega gobernó hasta 1990 e intentó reelegirse, pero perdió frente a Violeta Chamorro. Durante 16 años permaneció en la oposición.
“El comandante Ortega regresó a la presidencia en 2007, ganó una elección con una minoría política”, recordó Fernando Chamorro, periodista nicaragüense.
Con el apoyo del partido del frente sandinista, Ortega realizó cambios a las leyes en el parlamento, para mantenerse en el poder de manera indefinida y en 2016 su esposa, Rosario Murillo, se convirtió en vicepresidenta.
“Estaba prohibida la reelección consecutiva y la reelección por más de dos periodos […] En los últimos 11 años ha hecho fraude electoral, ha establecido un sistema de control total de todos los poderes del estado”, aseveró Fernando Chamorro.
Hoy en Nicaragua, la historia de represión se repite.
“Es una barbaridad lo que está sucediendo en Nicaragua, andan matando gente […] pasan camionetas de policías vestidos de civil […] junto con la fuerza parapolicial o paramilitar, disparándole a la gente”, lamentó el excomandante Hugo Torres.