Dos condenados a muerte demandaron al gobierno de Japón por notificar sus ejecuciones el mismo día, pues acusan de que la acción es “ilegal” e “inhumana”.
Lo anterior, ya que el proceso vulnera sus derechos jurídicos, pues disminuye sus posibilidades para apelar.
Los convictos, según expresó el diario Asahi, interpusieron la demanda en el Tribunal del Distrito de Osaka, en la cual exigieron 22 millones de yenes (aproximadamente 3 millones 945 mil 707 pesos).
De acuerdo con la demanda, en el aviso de ejecución presentado por el gobierno de Japón hacia los dos condenados a muerte jamás se notificó que está fuera presentada unas horas antes.
Por ello, los convictos denunciaron al gobierno japonés, pues la orden viola sus derechos jurídicos pues no les permite discutir y apelar con sus abogados sobre el hecho, ni tampoco dejar sus asuntos en orden.
Esto según el artículo 31 de la Constitución de Japón, el cual establece que “no se privará a nadie de la libertad o vida, excepto con los procedimientos establecidos con la ley”.
En el alegato toman como ejemplo además, las notificaciones que los condenados a muerte reciben en los Estados Unidos, las cuales dicen que reciben hasta tres meses antes de sus ejecución.
Japón y Estados Unidos, únicas democracias que aún manejan pena de muerte
Cabe destacar que, Japón y Estados Unidos son las únicas democracias que todavía manejan la pena de muerte como castigo.
En el caso de la nación nipona, el ejercicio jurídico ha sido criticado durante muchos años por asociaciones internacionales, ya que dice que provocan a los condenados a muerte angustia mental y ansiedad.
Lo anterior, ya que en Japón la notificación de ejecución se avisa unas horas previas antes del hecho y hay casos en los que incluso, no se declara en absoluto.
“Normalmente, se les informa a los familiares cuando ya sucedió el hecho”, expresa una de las organizaciones de amnistía internacional.
Al momento, el gobierno de Japón ha negado pronunciarse sobre la demanda de los condenados de muerte, pues se ha limitado a hablar hasta que tengan una “resolución adecuada” sobre la situación.