El ex policía de Minneapolis, Derek Chauvin, fue sentenciado a 22 años y medio de prisión por el homicidio de George Floyd, ciudadano afrodescendiente al que mató colocando una rodilla en su espalda y cuello.
Derek Chauvin fue sentenciado por el homicidio no intencional, aunque no se adjudicaron sentencias por homicidio no intencional con desprecio a la vida y homicidio accidental, las cuales serían menores.
Derek Chauvin, durante la audiencia ante la corte, aprovechó para renunciar a declarar, no si antes dar sus condolencias a la familia de George Floyd.
Los fiscales pidieron una sentencia de 30 años de cárcel para Derek Chauvin, e insistieron en ella durante la audiencia. La defensa del ex policía de Minneapolis pidió libertad condicional por tiempo cumplido.
Sin embargo, los fiscales acusaron que Derek Chauvin “cometió un asesinato brutal” que traumatizó a la familia y generó un shock en la conciencia de Estados Unidos.
La mamá de Derek Chauvin, Carolyn Pawlenty, negó que el ex policía fuera racista, y aseguró que “era callado y de buen corazón”.
En contraste, el fiscal Matthew Frank aseguró que el asesinato de George Floyd no es mostró premeditación.
Derek Chauvin, culpable de matar a George Floyd
Derek Chauvin había sido declarado culpable de homicidio culposo y asesinato en segundo grado el 20 de abril.
La ley establecía una condena mínima de 12 años y medio de prisión para Derek Chauvin, que fue encarcelado desde junio de 2020, cuando mató a George Floyd.
El juez Peter Cahill, al final, consideró que existen agravantes que derivaron en la sentencia elegida, ya que Derek Chauvin “abusó de su posición de confianza y autoridad” y trató a George Floyd “con especial crueldad”.
El asesinato de George Floyd marcó una serie de protestas y el renacer del movimiento Black Lives Matter, en medio de los momentos álgidos de la pandemia de coronavirus Covid-19.