México.- El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, calificó de “actos vandálicos y de delincuencia” a las protestas protagonizadas por miles de cubanos el domingo 11 de julio.
Durante conferencia de prensa en la que la que estuvieron presentes el Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, junto a otros integrantes de su equipo de gobierno, Miguel Díaz-Canel declaró que durante las protestas en Cuba se cometieron actos vandálicos.
Avirtió que las movilizaciones se realizaron bajo el argumento de problemas eléctricos, de desabasto de alimentos y medicamentos.
Actos que únicamente buscan “fracturar la unidad del pueblo” para desacreditar “la labor del gobierno y de la revolución”.
Motivo por el cual, el presidente de Cuba Díaz-Canel aseguró que los manifestantes recibieron la respuesta que merecían.
“Nosotros no llamamos al pueblo a enfrentar al pueblo. Nosotros hicimos un llamado al pueblo a defender la revolución, a defender sus derechos. Y el pueblo apoyó”.
Miguel Díaz-Canel
Díaz-Canel señala a Estados Unidos por estallido de las protestas en Cuba
Además, el presidente de Cuba, Díaz-Canel acusó a Estados Unidos de llevar a cabo “una política de asfixia económica” con el fin de “provocar estallidos sociales”.
Argumentó que el gobierno de Cuba ha tratado de “enfrentar y vencer” las dificultades ante las sanciones de Estados Unidos.
Sin embargo, Díaz-Canel subrayó que Estados Unidos continúa con su política de asfixia económica” para conseguir el “famoso cambio de régimen”.
¿Qué esta sucediendo en Cuba?
El domingo 11 de julio, miles de cubanos protestaron en contra de la escasez de alimentos y la falta de vacunas contra el Covid-19 en el país.
Los inconfroems se manfiestaron en más de 20 localidades, con lo que protesta se convirtió en la más grande de la historia en Cuba desde 1994.
La protesta comenzó en la ciudad de San Antonio de los Baños, al suroeste de La Habana, Cuba. Las movilizaciones se difundieron bajo las consignas de:
- “Abajo la dictadura”
- “No tenemos miedo al comunismo”
Las protestas alcanzaron varias regiones del país, teniendo como consecuencia saqueos a tiendas estatales y se atacaron coches de policía.