Una joven doctora de 28 años que en septiembre de este 2020 murió de coronavirus, usó la misma mascarilla N95 durante semanas o incluso meses, mientras trabajaba en un hospital de Houston, Estados Unidos, según contó su familia.

Adeline Fagan era residente de obstetricia y ginecología de segundo año, pero fue puesta en cuarentena luego de dar positivo a coronavirus. Permaneció en casa sólo unos días y después la condujeron a un hospital debido a que sus labios se habían puesto azules.

Durante dos semanas, los médicos intentaron tratar su insuficiencia pulmonar con oxígeno suplementario, pero finalmente fue trasladada a otra clínica donde la colocaron en una máquina de oxigenación por membrana extracorpórea. Aparentemente iba mejorando, hasta que sufrió una hemorragia cerebral masiva y tuvieron que someterla a una cirugía de emergencia.

Entonces, los doctores comunicaron a su familia que había una probabilidad en un millón de que Adeline superara el procedimiento y, en caso de que así fuera, podría desarrollar problemas cognitivos y sensoriales graves. "Pasamos los minutos restantes abrazándonos, consolando y hablando con ella", narraron sus hermanos.

Adeline Fagan murió dos meses después de luchar contra el coronavirus y tras largas semanas de usar la misma mascarilla con su nombre tejido. No obstante, la directora médica del hospital donde trabajaba, Emily Sedgwick, dijo que su personal no está obligado a reutilizar constantemente su equipo de protección.

"Nuestro protocolo, basado en la guía de los CDC, incluye que los colegas entreguen sus mascarillas N95 al final de cada turno y reciban otra máscara al comienzo de su siguiente turno", declaró. No obstante, hasta el momento todavía no está claro cómo se infectó la doctora.