La pandemia de coronavirus ha afectado a la mayoría de los países en el mundo desde hace poco mas de un año pero, en Sri Lanka, la llegada del Covid-19 hizo que los exorcismos se multiplicaran.
De acuerdo a la agencia EFE, los exorcismos en Sri Lanka se han multiplicado en un nivel exponencial, llegando los sacerdotes, curanderos o exorcistas a cobrar hasta 60 mil rupias (17 mil 291 pesos) por sesión.
Los exorcismos en Sri Lanka ya eran una práctica común en un país lleno de supersticiones con la finalidad de expulsar espíritus malvados que provocaban dolor de espalda o de cabeza en los pacientes o mala suerte.
Sin embargo, con la llegada del coronavirus, las sesiones de exorcismo se han multiplicado, así como varios curanderos que explotan las necesidades de la gente.
Los exorcismos en Sri Lanka
En el pueblo de Sirimalwatte, Sri Lanka preparan varias sesiones de exorcismos por días con diferentes herramientas como carne, pescado, huevos crudos, el licor local conocido como arrack, cigarros y puros.
Además, en algunos casos es común que los curanderos -o gurunnase como son conocidos en Sri Lanka- utilizan en sus exorcismos sacrificios de animales como gallinas o gallos y exigen a todos los que van a estar presentes que mantengan una dieta vegetariana de al menos una semana.
En algunos exorcismos en Sri Lanka, derraman la sangre de la cresta del gallo sobre la paciente que ha ido para ser exorcizada, esto derivado de un fuerte dolor de espalda que la aquejó por varios días, por lo que le diagnosticaron que un espíritu maligno le estaba provocando aquel dolor por lo que debía ser expulsado de su cuerpo.
La joven de 27 años, Udeshika Wickeremaratne asegura que, tras su sesión de exorcismo se encuentra mejor y afirma estar completamente curada; no obstante, se tiene el conocimiento del caso de una niña de 9 años que fue apaleada por horas durante su exorcismo hasta que esta murió el pasado 27 de febrero.
Con información de EFE.