La guerra entre Rusia y Ucrania llega a su día 1007 desde su comienzo el pasado 24 de febrero de 2022, cuando el presidente ruso Vladimir Putin ordenó una “operación militar especial” para liberar a la población prorrusa de la región ucraniana de Donbás.

Hoy martes 26 de noviembre 2024, Rusia expulsa a embajador británico por acciones subversivas

Por otra parte, Ucrania acusó el martes a Rusia de llevar a cabo un ataque nocturno con un número “récord” de drones de combate que dañaron edificios residenciales e infraestructuras “esenciales” en varias regiones.

“Durante el ataque nocturno, el enemigo lanzó un número récord de drones de combate de tipo Shahed y no identificados”, unos 188 en total, indicó el ejército ucraniano.

La fuerza aérea aseguró haber abatido 76 drones rusos en 17 regiones, mientras que los otros 95 se perdieron en sus radares o cayeron gracias a los sistemas defensivos de interferencia electrónica.

Además, el ejército ucraniano indicó que las tropas rusas habían disparado cuatro misiles balísticos Iksander-M contra su territorio.

“Desgraciadamente, fueron alcanzadas infraestructuras esenciales, edificios privados y de apartamentos resultaron dañados en varias regiones por el ataque masivo de drones”, afirmó el comunicado castrense.

Las autoridades de Kiev señalaron que la alerta aérea duró cinco horas durante las que abatieron diez drones rusos.

Ambos bandos intensificaron sus ataques en los últimos días. Ucrania disparó por primera vez misiles de largo alcance estadounidenses contra territorio de Rusia, que respondió con un misil hipersónico experimental.

Guerra Rusia Ucrania día 1007: Consejo OTAN-Ucrania se reúne para hablar del nuevo misil ruso

El Consejo entre los países de la OTAN y Ucrania realizan este martes una reunión a nivel de embajadores para abordar el reciente uso de un misil hipersónico experimental por parte de Rusia contra territorio ucraniano.

Rusia lanzó el jueves ese misil de medio alcance (denominado “Oreshnik”), sin cargas nucleares, contra la ciudad ucraniana de Dnipró.

Poco después, el presidente ruso, Vladimir Putin, apuntó que el lanzamiento del misil fue una respuesta a la autorización de Estados Unidos a Ucrania para utilizar los misiles de largo alcance cedidos para atacar objetivos en territorio ruso.

Moscú también modificó su doctrina nuclear, para sostener que un ataque masivo contra territorio ruso con armas convencionales pero apoyado por una potencia atómica hostil, podría justificar el uso de ese armamento.

Tras el ataque, el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, pidió a las potencias occidentales sistemas actualizados de defensa antiaérea.

Kiev adelantó que esperaba “resultados concretos y significativos” de la reunión de este martes, pero diplomáticos de la OTAN minimizaron la posibilidad de conclusiones importantes.

Así, se espera que el Consejo reitere la posición de la OTAN, de que el uso del nuevo armamento por parte de Rusiano disuadirá” a los miembros de la alianza transatlántica de apoyar a Ucrania.

La cantidad de ayuda occidental a Ucrania se verá afectada con la elección de Donald Trump para un nuevo mandato como presidente de Estados Unidos.

Trump ha puesto en duda la continuidad de la multimillonaria ayuda de Estados Unidos a Ucrania, y ha insistido que puede poner fin rápidamente al conflicto entre ucranianos y rusos.

El gobierno de Ucrania ha pedido su adhesión inmediata a la OTAN, pero los miembros de la alianza se limitan a afirmar que ese paso ocurrirá algún día, pero no por ahora.

La OTAN y Ucrania establecieron el Consejo conjunto en 2023.

Volodímir Zelenski, presidente de Ucrania

Ucrania renuncia a destruir su arsenal de minas antipersona por la invasión rusa

Ucrania renuncia a su compromiso de destruir el arsenal de casi seis millones de minas antipersona heredadas de la época soviética debido a la invasión de Rusia, a la que acusó de usar estas armas en ciudades, explotaciones agrícolas y estaciones de transporte público.

“Desgraciadamente, el cumplimiento de esta obligación no es posible en el momento actual”, afirmó el martes Yevguenii Kivshik, un representante del Ministerio de Defensa de Ucrania en una cumbre internacional en Siem Reap, en Camboya.

“La agresión masiva, no provocada e injustificada de la Federación Rusa contra Ucrania ha implicado el ajuste de los planes de destrucción de reservas”, expuso Kivshik, quien apuntó que ya habían destruido 2.5 millones de las seis millones de minas heredadas.

El funcionario justificó esta renuncia a los recursos financieros limitados en tiempos de guerra, los bombardeos “constantes” y la “ocupación” rusa de algunos territorios donde se encuentran los arsenales.

En su discurso ante los delegados reunidos en Camboya, Kivshik no hizo referencia a la oferta estadounidense de suministrar a Kiev minas antipersona destinadas, según Washington, a ralentizar el avance de las tropas rusas en el este de Ucrania.

En la misma cumbre, otro representante del mismo ministerio, Oleksandr Riabtsev, acusó a Rusia de llevar a cabo “actividades genocidas” mediante el uso de minas antipersona.

Moscú coloca estos explosivos en “ciudades, explotaciones agrícolas, estaciones de transporte público” en regiones donde viven unos seis millones de ucranianos, afirmó.

Siem Reap acoge hasta el viernes la quinta conferencia de la Convención de Ottawa, encargada de examinar cada cinco años la implementación de este texto que impide la adquisición, producción, almacenaje y el uso de minas antipersona.

Un total de 164 países o territorios, incluida Ucrania, han firmado el texto, pero no Estados Unidos o Rusia.

Frente al lugar de la conferencia, más de un centenar de personas se manifestaron para recordar los daños causados por estas municiones que matan mayoritariamente a civiles, a menudo mucho después del fin de los conflictos.

La directora de la Campaña Internacional para la Prohibición de Minas Antipersona (ICBL), Tamar Gabelnick, denunció que Kiev muestra “un desprecio flagrante a sus obligaciones” al usar las minas estadounidenses.

Rusia expulsa a embajador británico por acciones subversivas

Rusia decidió expulsar al diplomático británico Wilkes Edward Pryor, después de que se detectaran señales de que había realizado “actividades subversivas y de inteligencia”, informa este martes el Servicio Federal de Seguridad (FSB, por sus siglas en ruso) de Rusia.

De acuerdo con un comunicado del FSB, “en el marco de las labores de contrainteligencia se descubrió una presencia no declarada de (agentes) de inteligencia del Reino Unido bajo la cubierta de la Embajada nacional en Moscú”.

Desde el organismo indicaron que Pryor sustituyó a uno de los seis agentes de inteligencia británicos que fueron expulsados de Rusia en agosto de este año. Al obtener el permiso de entrada al país eslavo, el individuo proporcionó deliberadamente datos falsos, violando de esta manera la legislación rusa, reza el texto oficial.

“Paralelamente, el Servicio Federal de Seguridad de Rusia ha detectado señales de actividades subversivas y de inteligencia llevadas a cabo por este diplomático que amenazan la seguridad de la Federación de Rusia. Sobre esta base, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia, en cooperación con los organismos interesados, decidió retirar la acreditación a Wilkes Edward Pryor y le ordenó abandonar Rusia en el plazo de 2 semanas”

FSB

En contexto de esta situación, el embajador británico, Nigel Casey, fue convocado al Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia.