La guerra entre Rusia y Ucrania llega a su día 471 desde su comienzo el pasado 24 de febrero de 2022, cuando el presidente ruso Vladimir Putin ordenó una “operación militar especial” para liberar a la población prorrusa de la región ucraniana de Donbás.
Hoy viernes 9 de junio 2023, Vladimir Putin anuncia despliegue de armas nucleares en Bielorrusia el 8 de julio.
Mientras que el desastre en presa Nueva Kajovka sigue incluso el representante de Ucrania ante la ONU, Sergiy Kyslytsya, pidió el jueves en Naciones Unidas que Rusia permita el paso de personal de las agencias de la ONU y de la Cruz Roja a las zonas bajo su control de la provincia de Jersón.
El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, se reunió de forma remota con la activista sueca Greta Thunberg y otros expertos y abogados de la causa climática para evaluar las consecuencias de la destrucción de la presa de Nueva Jakovka y buscar fórmulas para evitar que la catástrofe se repita.
Según el presidente de la oficina presidencial ucraniana, Andriy Yermak, Thunberg expresó sus simpatías a los ucranianos ante el desastre medioambiental que supone la destrucción de la presa del sur de Ucrania y la central hidroeléctrica de la que formaba parte esta infraestructura.
Thunberg dijo durante la reunión que “está preparada para ejercer presión sobre las organizaciones internacionales competentes” para que den una respuesta contundente al desastre.
La joven activista dijo también que espera “recibir recomendaciones sobre cómo puede ayudar exactamente” en esta crisis.
El nivel del agua en la presa de Kajovka descendió otro metro en las últimas 24 horas hasta situarse en los 11,74 metros, y sigue bajando, advirtió hoy la empresa pública hidroeléctrica ucraniana Ukrhidroenergo
ONU intenta salvar el acuerdo del grano mediante una nueva ronda de consultas con Rusia
Responsables de la ONU y del Gobierno ruso se reúnen hoy en Ginebra con miras a intentar prorrogar el acuerdo que desde 2022 facilita la exportación de cereales de Ucrania y Rusia a través del Mar Negro.
El acuerdo expira el 18 de julio entre gran incertidumbre por las crecientes reticencias de Moscú a mantenerlo.
La delegación rusa en las consultas está encabezada por el viceministro de Asuntos Exteriores Sergei Vershinin, mientras que la de Naciones Unidas es liderada por la costarricense Rebeca Grynspan en calidad de secretaria general de la Conferencia de la ONU para el Comercio y el Desarrollo (UNCTAD).
Las consultas en principio se celebran a puerta cerrada y se ignora si tras ellas se anunciará algún resultado, aunque la expectación es máxima después de que Moscú insistiera a principios de este mes que va a limitar la exportación de cereal ucraniano mientras no se faciliten algunas de sus reivindicaciones.
Entre ellas, destaca su petición de que se faciliten sus exportaciones de amoniaco para la producción de fertilizantes a través del país vecino y utilizando la tubería Toliatti-Odesa, que une los 2mil 400 kilómetros que separa la zona productora rusa en el Volga con el gran puerto ucraniano en el Mar Negro.
Tras la invasión contra Ucrania esta vía de transporte quedó paralizada, y esta misma semana Rusia acusó al país vecino de sabotear un tramo de la tubería en la región de Járkov (en el noreste ucraniano y próxima a la frontera rusa).
Fuentes de Naciones Unidas destacaron que en las consultas de hoy no se debate directamente la Iniciativa del Grano del Mar Negro, sino “la puesta en práctica del memorando de entendimiento firmado con Rusia sobre alimentos y fertilizantes”.
Moscú también ha pedido en los últimos meses como condiciones para la renovación del acuerdo el reconectar el banco ruso Rosselkhozbank al sistema SWIFT, restaurar el suministro de maquinaria agrícola a Rusia, levantar las restricciones de acceso a puertos y seguros para sus buques, y desbloquear las cuentas y las actividades financieras de las compañías rusas de fertilizantes.
El propio Vershinin aseguró a principios de esta semana que el Gobierno ruso “no ve futuro” en las negociaciones, pero que ha decidido mantenerlas.
Al mismo tiempo, Moscú esta semana ha destacado sus operaciones de envío unilateral de fertilizantes a países de África, una de las regiones más afectadas por la crisis alimentaria derivada de la guerra de Ucrania.
La Iniciativa del Cereal del Mar Negro fue suscrita inicialmente por Rusia y Ucrania en julio de 2022, con mediación de Turquía y la ONU, siendo extendida primero en noviembre y más tarde en marzo y en mayo.
Rusia concede extensiones cada vez más cortas a este acuerdo crucial para los mercados globales: en mayo aceptó una de 60 días, decisión que muchos analistas consideraron directamente relacionada con las elecciones en Turquía.
Según la Organización Mundial del Comercio (OMC), la iniciativa ha permitido la exportación de más de 25 millones de toneladas de cereales y otros alimentos básicos desde Rusia y Ucrania, dos de los principales productores globales en el sector primario, a 45 países desde su entrada en vigor.
En recientes foros de la OMC se insistió en la importancia de que se siga facilitando la salida de cereal a través del Mar Negro, teniendo en cuenta que se esperan importantes cosechas la próxima temporada tanto en Rusia (unos 39 millones de toneladas de trigo) como en Ucrania (32 millones de toneladas).
ONU ve “prematuro” considerar la rotura de la presa de Kajovka un crimen de guerra
Las circunstancias de la rotura esta semana de la presa de Kajovka, en el sur de Ucrania, no están “aún del todo aclaradas”, por lo que es “prematuro” considerar esta catástrofe un crimen de guerra, afirmó hoy un portavoz de la Oficina de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos.
”Aún es pronto para examinar la cuestión de si se ha cometido o no un crimen de guerra”, señaló en rueda de prensa el portavoz de la oficina Jeremy Laurence, quien no obstante reiteró el llamamiento de esta agencia a que se lleve a cabo una investigación “independiente e imparcial” de ese desastre en el curso bajo del río Dniéper.
Laurence también pidió a las autoridades rusas que permitan el acceso de las agencias de la ONU y de las organizaciones humanitarias a los territorios ocupados por Rusia en la zona anegada, con el fin de conocer los efectos de la rotura de la presa también en la margen izquierda del río.
Un ataque deliberado a infraestructuras civiles puede ser considerado por la ley internacional un crimen de guerra, y misiones de investigación de Naciones Unidas para Ucrania ya han acusado previamente a los invasores rusos de este tipo de violaciones de derechos humanos a lo largo de más de 15 meses de guerra.
Laurence destacó que la catástrofe de Kajovka ha vulnerado los derechos de los habitantes de la zona a la vivienda, la salud y la seguridad.
“Muchos han sido evacuados de sus hogares, dejándolo todo atrás sin saber si perderán sus casas para siempre, y los hospitales están inundados, privando a muchos de la asistencia medica que necesitan en estos momentos críticos”
Jeremy Laurence, portavoz de la oficina de prensa de la ONU
Laurence advirtió que el riesgo en la zona de brotes de enfermedades transmisibles por el agua, como cólera o diarrea, “es muy alto”, mientras que miles han perdido el acceso a la que era la principal fuente de agua potable de la región.
El portavoz de la oficina que dirige el alto comisionado Volker Türk reiteró el temor a que minas antipersonas y otras armas hayan sido arrastradas por el agua liberada tras la rotura de la presa.”Toda la zona inundada podría ahora ser considerada un área contaminada por minas”, afirmó.
Ucrania ataca Zaporiyia y Donetsk
Los combates arrecian este viernes en la región de Zaporiyia, en el sur de Ucrania, pero Moscú aseguró que había repelido varios ataques ucranianos, en lo que según los observadores podrían ser las primeras señales de una gran contraofensiva de Kiev.
“Durante las últimas 24 horas las fuerzas ucranianas continuaron sus intentos de llevar a cabo ofensivas en las regiones de Iujno-Donetsk y Zaporiyia”, indicó el ministerio ruso de Defensa, agregando que esas tentativas fueron rechazadas gracias a “acciones decisivas (...) de las unidades de las fuerzas rusas”.
Poco antes, Vladimir Rogov, un responsable de la ocupación rusa, había informado de la reanudación de “combates activos en la región Orejovo (el nombre ruso de Orijiv) y Tokmak”, en la región de Zaporiyia, a la altura de la actual línea de frente entre las fuerzas rusas y ucranianas.
El responsable no dio más detalles, pero según Alexander Sladkov, un corresponsal de la televisión pública rusa, “las artillerías” rusa y ucraniana están activas, y las tropas de Kiev se encuentran a la ofensiva.
“Están en curso combates duros y prolongados”, escribió al amanecer este periodista en Telegram, donde tiene más de un millón de seguidores. “El enemigo realiza esfuerzos increíbles, ataques. En vano. Los nuestros resisten. La línea de frente está preservada”, aseguró.
Estas informaciones no podían ser verificadas en lo inmediato por fuentes independientes, indica la agencia AFP.
“La contraofensiva ucraniana ha comenzado”, estiman numerosos observadores, entre ellos el norteamericano Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW, por sus siglas en inglés), que según dice no espera “una sola gran operación”, sino una serie de acciones coordinadas.
La viceministra ucraniana de Defensa, Ganna Maliar, indicó por su lado que el “epicentro” de los combates seguía siendo el este del país, comentando con evasivas las operaciones en el sur. “El enemigo efectúa acciones defensivas en el sector de Zaporiyia. Continúan los combates de posición”, dijo.
Según los observadores, el ejército ucraniano busca avanzar en la región de Zaporiyia hacia Tokmak, 40 kilómetros al sur de Orijiv, un centro logístico para las fuerzas rusas y última localidad importante junto a las ciudades de Melitópol y Berdiansk, en el mar Negro.
El Estado Mayor ucraniano mantiene un perfil bajo sobre sus intenciones reales.
En estas últimas semanas, Ucrania ha puesto a prueba las posiciones rusas a lo largo de la línea del frente, del sur al este, una manera, según los expertos, de sembrar la incertidumbre antes de llevar a cabo un ataque decisivo.
Más en el interior del territorio ruso, en la ciudad de Voronezh, a unos 200 kilómetros de la frontera con Ucrania, tres personas resultaron heridas este viernes al estrellarse un dron contra un edificio de viviendas, indicaron las autoridades locales.
Es el primer incidente de este tipo en Voronej, una ciudad de más de un millón de habitantes cercana a la región de Belgorod, fronteriza con Ucrania y blanco de bombardeos desde hace semanas.
Vladimir Putin anuncia despliegue de armas nucleares en Bielorrusia el 8 de julio
El presidente ruso, Vladimir Putin, anunció hoy el despliegue del armamento nuclear táctico en territorio de la vecina Bielorrusia a partir del 8 julio.
”Como usted sabe, el 7-8 de julio terminará la preparación de las correspondientes instalaciones y de inmediato comenzaremos el despliegue en su territorio del armamento correspondiente. Así que todo va según lo planeado”
Vladimir Putin en reunión Alexandr Lukashenko
Putin se mostró dispuesto a abordar con su homólogo asuntos vinculados con la seguridad en el marco de la guerra en Ucrania, país que limita con ambos países.
A finales de mayo Lukashenko anunció en Moscú el comienzo del traslado de las armas nucleares tácticas rusas tras desvelar que Putin ya había firmado el correspondiente decreto de emplazamiento.
Los ministros de Defensa de Rusia, Serguéi Shoigú, y de Bielorrusia, Víktor Jrenin, suscribieron hace dos semanas en Minsk los documentos que reglamentan el almacenamiento de armas nucleares “no estratégicas” en territorio de la antigua república soviética.
Moscú ha resaltado que el sistema de misiles táctico-operativo Iskander-M, capaz de usar misiles no solo en armas convencionales, sino también nucleares, ya fue entregado a Bielorrusia, que lo ve como “una respuesta efectiva a la política agresiva de los países hostiles”.
“Algunos de los aviones bielorrusos han sido convertidos para el posible uso de armas nucleares. Los militares han recibido el entrenamiento adecuado”
Serguéi Shoigú, ministro de Defensa de Rusia
El ministro ruso subrayó que, mientras Rusia despliega armas nucleares no estratégicas en el territorio de Bielorrusia, Moscú retendrá el control sobre ellas y sobre la decisión de su eventual uso.
”Rusia no transfiere armas nucleares a la República de Bielorrusia: el control sobre ellos y la decisión de utilizarlos sigue siendo de la parte rusa”
Serguéi Shoigú, ministro de Defensa de Rusia
En marzo pasado el jefe del Kremlin anunció un acuerdo con su homólogo bielorruso para el despliegue de armas nucleares tácticas en el país vecino, con el que ha acelerado en los últimos dos años la integración económica y política en el marco de la Unión Estatal.
Militares bielorrusos recibieron en abril formación en Rusia sobre el uso de municiones especiales tácticas para los misiles Iskander-M.
Ese mismo mes anunció además que se había completado el entrenamiento de las fuerzas bielorrusas para operar aviones de ataque Su-25, que fueron equipados para portar armas nucleares tácticas.