La guerra entre Rusia y Ucrania llega a su día 526 desde su comienzo el pasado 24 de febrero de 2022, cuando el presidente ruso Vladimir Putin ordenó una “operación militar especial” para liberar a la población prorrusa de la región ucraniana de Donbás.

Hoy jueves 3 de agosto 2023, Erdogan pide a Putin renovar el acuerdo del grano y no aumentar la tensión del conflicto.

Rusia afirmó el jueves haber derribado siete drones ucranianos en la región de Kaluga, a menos de 200 kilómetros al suroeste de Moscú, en un contexto de crecientes ataques de este tipo contra la capital rusa.

Las fuerzas rusas “impidieron durante la noche un intento del régimen de Kiev de llevar a cabo un ataque terrorista con drones sobre la región de Kaluga”, a unos 180 kilómetros de Moscú, dijo el ministerio de Defensa ruso en un comunicado.

“Seis drones fueron derribados por los sistemas de defensa aérea”, según la misma fuente, y el incidente no causó “víctimas ni daños”.

Por su parte, el gobernador regional, Viacheslav Chapsha, dijo más tarde en Telegram que otro dron, el séptimo, fue detectado y derribado en esta región aunque “no afectó ni a las personas ni a las infraestructuras”.

Los ataques con drones se han multiplicado en las últimas semanas en territorio ruso, a menudo dirigidos contra Moscú y la península de Crimea, anexionada por Rusia.

El martes las autoridades rusas afirmaron haber neutralizado un ataque ucraniano con drones en Moscú, aunque admitieron que uno de los aparatos había impactado en un edificio de la capital, que ya había sido objeto de un ataque similar.

Lula Da Silva insiste en que la ONU debe asumir su responsabilidad sobre el conflicto en Ucrania

El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, insistió el miércoles en que la ONU debe asumir “toda su responsabilidad” respecto al conflicto en Ucrania y lamentó que eso no suceda porque “los miembros permanentes” del Consejo de Seguridad “son los que fomentan las guerras”.

En su primera rueda de prensa con corresponsales extranjeros desde que asumió el poder el pasado 1 de enero, Lula comentó sus esfuerzos para intentar llevar a Ucrania y Rusia a una negociación y afirmó que “es necesario parar esa guerra”, pues “cuanto más el mundo precisa de paz, menos paz es lo que tiene”.

En ese sentido, afirmó que “lo primero” que Brasil “está haciendo es no participar de esa guerra”, que en su opinión ha vuelto a poner de relieve que el mundo “necesita una nueva gobernanza” global.

El conflicto desatado por la invasión rusa a Ucrania “tenía que ser discutido en las Naciones Unidas”, pero “son los miembros del Consejo de Seguridad los que hacen la guerra” y los que “creen que la guerra va a acabar solamente cuando una de las partes se imponga” a la otra por la vía militar, sostuvo.

Lula admitió que una “propuesta de paz sólo podrá ser discutida cuando los dos países (en conflicto) quieran”, pero insistió en que los líderes mundiales deben trabajar para generar esa situación, en vez de “alimentar” la guerra.

El presidente brasileño consideró “impresionante la inmovilidad de la ONU” frente a la guerra en Ucrania y a la creciente tensión en Israel y Oriente Medio, que también ahora amenaza con desatar nuevos conflictos de alcance global.

Según Lula, los líderes mundiales tienen la “obligación” de “buscar la forma de parar todas las guerras”, que tienen efectos devastadores “para la economía”, un altísimo coste humano y agravan las “inmensas” e “indignantes” desigualdades que existen en el planeta.

”Hoy casi todos (los países) están invirtiendo en armas” que acentúan los conflictos y “no sabemos cuánto están invirtiendo para acabar con el hambre y la miseria en el mundo”, declaró.

Lula Da Silva, presidente de Brasil

Vladimir Putin entrega condecoraciones a viudas de militares muertos en Ucrania

El presidente de Rusia, Vladimir Putin, entregó a dos viudas las condecoraciones otorgadas por el Gobierno ruso a sus esposos, caídos en combate en Ucrania, y llamó a los funcionarios a tratar a los parientes de los militares muertos “como si fueran su propia familia”.

”Quiero dirigirme a las familias de todos nuestros camaradas que ya nunca vendrán personalmente a recoger sus condecoraciones. Quiero que me escuchen desde esta sala del Kremlin todos mis colegas en todo el país: estas son nuestras familias y sus hijos son nuestros hijos. Y hay que portarse con ellos en correspondencia. Y no porque alguien lo haya escrito u ordenado así, sino de corazón”

Vladimir Putin

Putin entregó las condecoraciones a las viudas de los comandantes de un grupo de asalto y una brigada motorizada, que acudieron al Kremlin en compañía de sus hijos.

Tras entregar las medallas, el presidente ruso estrechó las manos de ambas, que acudieron a la ceremonia vestidas de negro, e intercambió varias palabras con ellas.

Rusia ha sido parca a la hora de informar sobre el número total de bajas, que según la última cifra anunciada oficialmente, en septiembre del año pasado, ascendería a 5 mil 937.

Según Estados Unidos, desde diciembre pasado las fuerzas rusas han sufrido 100 mil bajas, de las cuales 20 mil son muertos.

El portal independiente Mediazona, que elabora una lista con bajas rusas confirmadas junto a la BBC, eleva a 28 mil 652 el número de rusos caídos desde febrero de 2022, cuando comenzó la invasión de Ucrania.

Vladimir Putin entrega condecoraciones a viudas de militares muertos en Ucrania

Erdogan Recep Tayyip pide a Putin renovar el acuerdo del grano y no aumentar la tensión del conflicto

El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, instó el miércoles a su homólogo ruso, Vladimir Putin, a renovar el acuerdo de exportación de cereal ucraniano y a no aumentar las tensiones del conflicto, después de que Moscú atacara un puerto fluvial vital para la salida de grano desde Ucrania.

En la conversación telefónica con Putin, Erdogan señaló que el acuerdo, suspendido el 17 de julio pasado, podría ser un puente para la paz”, según recoge la agencia de noticias Anadolu.

También destacó que no se deberían dar pasos que llevaran a incrementar la tensión en la guerra ruso-ucraniana, una petición que se produce después de un ataque que no causó víctimas pero sí daños en un silo de cereales en Izmail, un puerto fronterizo con Rumanía, un país miembro de la OTAN.

Desde que Rusia suspendiera el acuerdo de exportación de cereales, que permitía operar en tres puertos ucranianos del Mar Negro, Izmail, un puerto fluvial en el río Danubio, a casi 100 kilómetros del mar pero apto para grandes cargueros, se ha convertido en la puerta comercial más importante de Ucrania.

En estos momentos, un centenar de buques esperan turno en aguas rumanas del Mar Negro ante la desembocadura del Danubio y más de cincuenta se hallan navegando por el río o atracados en los muelles de Izmail.

Erdogan insistió en que mantener suspendido durante mucho tiempo el acuerdo de exportación de cereales no beneficiaría a nadie y perjudicaría sobre todo a los países de menor nivel de ingresos, que necesitan importar cereal.

Recordó que tras la aprobación del acuerdo, en julio del año pasado, el precio mundial de los cereales había caído un 23 %, mientras que había vuelto a subir un 15 % en las últimas dos semanas, al desactivarse el pacto.Agregó que por su parte continuaría desplegando intensos esfuerzos diplomáticos para reanudar el acuerdo.

Putin, por su parte, respondió que prorrogar el pacto de exportación de cereales no tenía sentido, por la “total falta de progreso” en lo que atañe a las medidas a favor de Rusia, incluidas en el acuerdo, según un comunicado del Kremlin.

Aseguró a Erdogan que estaba dispuesto a reanudar el pacto en cuanto Occidente asumiera sus obligaciones respecto a Rusia.

Durante todo el año transcurrido, Moscú había denunciado que si bien la exportación de cereal y abono ruso estaba incluida en el acuerdo, sus buques se encontraban con enormes dificultades para utilizar puertos europeos o el sistema bancario, debido a las sanciones de la UE contra Rusia.

Putin recordó también que consideraba la opción de enviar cereal de forma gratuita a países necesitados, una promesa hecha ya varias veces en el pasado y reiterada en la cumbre ruso-africana en San Petersburgo la semana pasada.

Erdogan Recep Tayyip y Vladimir Putin