La guerra entre Rusia y Ucrania llega a su día 579 desde su comienzo el pasado 24 de febrero de 2022, cuando el presidente ruso Vladimir Putin ordenó una “operación militar especial” para liberar a la población prorrusa de la región ucraniana de Donbás.
Hoy lunes 25 de septiembre 2023, Ucrania afirma muerte de jefe de la flota rusa en el mar negro tras ataque a Crimea.
En tanto este fin de semana, las tropas ucranianas siguen avanzando en la región sureña de Zaporiyia, donde su prioridad es tomar cuanto antes el bastión de Tokmak, ciudad que Kiev ha bombardeado intensamente en las últimas horas para expulsar a los ocupantes rusos.
Mientras, la artillería pesada y la aviación rusas intentan ralentizar la contraofensiva enemiga en todo el frente sur, adonde habrían llegado varios miles de refuerzos rusos.
Las autoridades prorrusas denunciaron el sábado y el domingo bombardeos de la artillería ucraniana contra Tokmak, donde hoy habría muerto una persona, mientras otros once resultaron heridos.
A su vez, el Ministerio de Defensa ruso aseguró que su aviación y artillería habían logrado destruir una de las posiciones de la 65 brigada mecanizada ucraniana cerca de Robotine.
En el ataque habrían sido liquidados hasta 35 soldados enemigos y cuatro automóviles militares.
El representante ruso en Zaporiyia, Vladímir Rogov, pronosticó que durante el plazo de “casi un mes” el tiempo permitirá al ejército ucraniano mantener invariable su actual estrategia en dirección a Tokmak.
En cambio, aventuró que con la llegada del frío, la lluvia y el barro los ucranianos se centrarán en cruzar el río Dniéper para recuperar el control de la planta nuclear más grande de Europa, situada cerca de la ciudad de Energodar, también en Zaporiyia.
Mientras, según el ISW, Kiev estaría insistiendo en seguir martilleando las posiciones rusas en torno a Bajmut (Donetsk), contra las recomendaciones de Estados Unidos, en un intento de obligar a Moscú a concentrar fuerzas en la zona y no enviar suficientes refuerzos al sur.
Volodímir Zelenski anuncia la llegada a Ucrania de los primeros tanques estadounidenses Abrams
El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, anunció en su cuenta de Telegram la llegada a Ucrania de los tanques Abrams prometidos a principios de este año por Estados Unidos a Kiev.
”Buenas noticias del ministro (de Defensa, Rustem) Umérov. Los Abrams ya están en Ucrania y se preparan para reforzar nuestras brigadas”, escribió Zelenski. “¡Doy las gracias a nuestros aliados por cumplir los acuerdos!”, añadió.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, se comprometió en enero de este año a enviar 31 tanques Abrams a Ucrania.
Antes de hacer efectivo el envío de este material, Estados Unidos quitó de estos blindados ciertas tecnologías para evitar que pudieran caer en manos rusas.
Durante su reunión con Zelenski en Washington el pasado jueves, Biden anunció que los primeros Abrams llegarían a Ucrania esta semana.
Serguéi Lavrov dice que Rusia está lista para negociar pero que no aceptará un alto el fuego
El ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, dijo el sábado que su país está listo para volver a la mesa de negociaciones con Ucrania pero que no considerarán “ninguna propuesta sobre un alto el fuego”.
“(El presidente de Rusia, Vladimir) Putin ha dicho claramente que estamos listos para negociar. Pero no consideraremos ninguna propuesta sobre un alto el fuego porque ya lo hicimos una vez y se nos engañó”
Serguéi Lavrov durante una rueda de prensa tras su discurso con motivo de la Asamblea General de la ONU, en Nueva York
El ministro recordó que ya hubo reuniones entre delegaciones rusas y ucranianas en abril del año pasado, y acusó a Kiev de apostar por una extensión del conflicto militar para “agotar” a Rusia.
Lavrov también acusó a Estados Unidos y a las naciones occidentales de prolongar la guerra por negarse a considerar cualquier propuesta de paz que se aleje de la postura oficial defendida por el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, que incluye la retirada completa de Rusia del territorio ucraniano y la “restauración total” de su soberanía.
Esta propuesta, dijo Lavrov, no es factible. “¿Quieren que (la negociación) sea sobre el campo de batalla? Muy bien, pues será sobre el campo de batalla”, aseguró.
El ruso tampoco dio muchas señales positivas sobre otro de los grandes temas en los que la ONU ha tratado de mediar: el conocido como “acuerdo del grano” para facilitar la salida de cereal ruso y ucraniano, más fertilizantes rusos, por un corredor seguro en el mar Negro, que Moscú no ha renovado.
Lavrov se refirió a las propuestas del secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, de facilitar las transacciones financieras rusas a través de una filial del Banco Agrícola Ruso en Luxemburgo para reactivar el acuerdo, y dijo que “no funcionarían”.
“No las rechazamos”, dijo Lavrov, “simplemente no son realistas”. El ministro detalló que la filial de Luxemburgo que Guterres propone ni siquiera ha recibido un permiso bancario para operar.
La comparecencia de Lavrov se centró en buena medida en acusar a Washington y a sus aliados de la OTAN de buscar un mantenimiento del “statu quo” por miedo a un “nuevo orden mundial” con mayor participación de los países del sur global, un mensaje habitual de la delegación rusa en la ONU desde el comienzo de la invasión.
Ucrania afirma que mató al comandante de la flota rusa en el mar Negro
El ejército ucraniano afirmó este lunes que mató al comandante de la flota rusa en el mar Negro en su ataque del viernes contra el cuartel general de ese cuerpo en Sebastopol, en la península de Crimea anexada por Moscú, información que no ha podido ser verificada al momento por agencias internacionales.
“Treinta y cuatro oficiales, entre ellos el comandante de la flota rusa del mar Negro, murieron” como consecuencia del ataque, afirmaron las fuerzas especiales ucranianas en Telegram.
“Otros ciento cinco ocupantes resultaron heridos. El edificio del cuartel general no puede ser reparado”, agregó la misma fuente.
Rusia casi nunca informa de sus bajas en Ucrania, incluso cuando se trata de altos responsables.
Rusia indicó el viernes que solo un militar estaba desaparecido tras el ataque que dañó de manera considerable la sede de su flota del mar negro.
Este ataque demuestra las dificultades de la defensa antiaérea rusa para frenar los bombardeos regulares en esta península ucraniana, anexada en 2014 por Rusia y que es un importante centro logístico para las tropas de Moscú.