La guerra entre Rusia y Ucrania llega a su día 645 desde su comienzo el pasado 24 de febrero de 2022, cuando el presidente ruso Vladimir Putin ordenó una “operación militar especial” para liberar a la población prorrusa de la región ucraniana de Donbás.
Hoy jueves 30 de noviembre 2023, Serguéi Lavrov, ministro de Relaciones Exteriores ruso, acude a una reunión de OSCE donde recibe testimonios de la guerra y reclamos a nivel internacional.
Por otro lado, Rafael Grossi, director general del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA, advierte que los peligros “se multiplican” en torno a las centrales nucleares ucranianas por la cercanía de los combates con las tropas rusas y los cortes de electricidad.
“Hay muchos peligros que se multiplican y que estarán presentes hasta el fin del conflicto”, dijo el jefe de esa agencia de Naciones Unidas en declaraciones a la prensa durante una visita a la localidad de Bure, en este de Francia, donde está previsto enterrar residuos radiactivos.
La central nuclear de Zaporiyia, en el sur de Ucrania, permanece en manos rusas desde el inicio de la invasión del país en 2022.
“Las acciones militares han aumentado y en nuestra misión permanente de expertos, que tenemos en Zaporiyia y también en otras centrales ucranianas, vemos una multiplicación de ataques alrededor”, señaló Grossi. “Estamos muy preocupados”, añadió el argentino.
El jefe del OIEA también mencionó los cortes de energía, que suponen “un riesgo para la función de enfriamiento” de los reactores.
La central de Zaporiyia, la más grande de Europa, cayó en manos del ejército ruso el 4 de marzo de 2022. Desde entonces sufrió un incendio y quedó cortada de la red eléctrica en varias ocasiones, una situación precaria que hace temer un importante accidente nuclear.
Las partes en conflicto se acusan mutuamente de querer provocar una catástrofe.
Armenia reajusta sus alianzas militares en medio de las tensiones con Rusia
Armenia, país sumido en un mar de dudas debido a la pérdida del control de Nagorno Karabaj ante Azerbaiyán, ha decidido reconfigurar sus alianzas militares ante la pasividad mostrada por el bloque postsoviético liderado por Rusia.
“Esperamos de las relaciones armenio-rusas el respeto de los intereses y las obligaciones comunes, el respeto de la soberanía y la independencia”, aseguró la pasada semana Nikol Pashinián, primer ministro armenio, en un mensaje a la nación.
Los países occidentales han recogido el guante y se han mostrado dispuestos a reforzar la seguridad armenia ante la amenaza que representa su vecino, hermano menor de Turquía.
Esto coincide con un fuerte incremento del gasto en defensa, que en 2024 ascenderá a unos mil 400 millones de dólares, lo que representará el 5.3 % del producto interior bruto.
En este contexto, Francia emergió como un socio militar fiable para Armenia. Justo después de consumarse la derrota karabají, ambas partes acordaron la adquisición de sistemas de defensa aérea Mistral y radares Ground Master 200.
Además, París prometió ayuda para capacitar a las Fuerzas Armadas armenias, que demostraron en los últimos años estar rezagadas en relación con el moderno ejército del país vecino.
La reacción del presidente de Azerbaiyán, Ilham Aliyev, no se hizo esperar. Acusó a París de alimentar las tensiones en el Cáucaso y canceló su viaje a Granada para reunirse con Pashinián.
Sin embargo, el ministro de las Fuerzas Armadas de Francia, Sébastien Lecornu, aseguró que “nadie puede culpar a un Estado soberano por proteger sus cielos y a la población que vive bajo ellos”.
Recientemente, vehículos blindados multiusos de fabricación francesa Bastion fueron descargados en el puerto de Poti, en Georgia, con destino a Armenia.
La crisis provocada por la disolución de la república del Karabaj también allanó el camino para la aparición de un socio inesperado, la India.
La reciente compra de sistemas anti-drones Zen destacó la creciente importancia del país asiático como proveedor clave de armamento.
A su vez, el fabricante indio de sistemas de artillería Bharat Forge confirmó que sus obuses autopropulsados blindados MARG 155 están reservados para Armenia.
Volodímir Zelenski vista soldados en el frente de Kúpiansk
El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, visitó a sus soldados en la zona del frente de Kúpiansk, situada en la región de Járkiv del noreste del país y una de las más calientes de toda la línea de contacto.
“Los combatientes en la zona de Kúpiansk protegen la vida en paz de los ucranianos, de la gente de la región de Járkiv”, dijo Zelenski durante la visita.
El jefe del Estado dio las gracias a los soldados por su servicio y por la protección de la nación.
“Les deseo la victoria, sed fuertes y no perdáis la iniciativa”, agregó Zelenski, que saludó personalmente a algunos de los efectivos que defienden esa zona del frente.
Zelenski visita el frente noreste tras pasar ayer el día en las provincias sureñas de Odesa, Mikoláyiv y Jersón.
La localidad de Kúpiansk es un importante nudo ferroviario y fue recuperada por Ucrania en su contraofensiva de otoño de 2022, meses después de que hubiera caído al principio de la guerra en manos de Rusia.
Desde el pasado verano, Rusia acumula grandes cantidades de tropas en esa zona para intentar retomar la ciudad. En las últimas 24 horas, el Ejército ucraniano repelió siete ataques rusos en esta parte del frente, según el parte de hoy del Estado Mayor de Kiev.
Serguéi Lavrov acude a reunión de OSCE donde recibe testimonios de la guerra
El Consejo Ministerial que celebra desde hoy en Skopje la OSCE se encuentra en la agenda del Ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov.
El representante de Rusia llegó ayer tarde a la capital de Macedonia del Norte, después de que el Gobierno de este país le autorizara la entrada y Turquía y Grecia, ambos miembros de la OTAN y dieran el visto bueno a que su avión cruzara su espacio aéreo, modificando el plan original de hacerlo por Bulgaria, informa la agencia TASS
Sin embargo, Lavrov no estuvo en la cena oficial, en la que sí participó el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, ni posó para la foto con el resto de representantes de los 57 países de América del Norte, Europa y Asia que forman la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE).
Aunque esta es la primera vez que Blinken y Lavrov coincidían en el mismo foro desde la invasión rusa de Ucrania, Washington ha dejado claro que no habría ni siquiera un cruce en los pasillos entre los dos.
La presencia de Lavrov ha provocado que el ministro de Exteriores de Ucrania, Dmitro Kuleba, cancele su participación en la reunión.
Tampoco estarán los de Estonia, Lituania y Letonia, antiguas repúblicas soviéticas y ahora miembros de la Unión Europea (UE) y de la OTAN, que han “lamentado” la decisión de permitir la participación de Lavrov.
Lavrov no pudo participar en el Consejo del año pasado por la negativa de Polonia, que ocupaba entonces la presidencia de turno de la OSCE, de permitirle la entrada a su territorio.
El alto representante de la UE para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, mostró ayer su comprensión con el “malestar” de estos países porque, dijo, con su “guerra ilegal en Ucrania”, Rusia está violando los principios de la ONU, de la OSCE y la legalidad internacional.
Pero también consideró “útil” que Lavrov participe en la reunión para que escuche directamente de los participantes por qué Rusia “está siendo condenada y aislada”,
Con todo, la propia Zajárova ha señalado que hay “muchas peticiones” de reuniones bilaterales con Lavrov por parte de otros miembros de la OSCE, aunque no dio detalles al respecto.
El ministro de Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, ha tenido que escuchar este jueves en persona las acusaciones de “brutalidad” e “ilegalidad” cometidas por su país en Ucrania, durante una reunión de alto nivel de la OSCE en Skopje, en la que su presencia ha sido criticada por varios Estados miembros.
“Agresión militar”, “flagrante violación” de la legislación internacional o “brutalidad” fueron algunas de las acusaciones lanzadas al comienzo del Consejo por el primer ministro de Macedonia del Norte, Dimitar Kovachevski, y de su ministro de Exteriores, Bujar Osmani.