La guerra entre Rusia y Ucrania llega a su día 763 desde su comienzo el pasado 24 de febrero de 2022, cuando el presidente ruso Vladimir Putin ordenó una “operación militar especial” para liberar a la población prorrusa de la región ucraniana de Donbás.

Hoy miércoles 27 de marzo 2024, Ascienden a 140 los muertos por el atentado terrorista de Moscú.

Por otro lado, en medio de laescasez de sistemas d e defensa antiaérea, millones de ucranianos sufren actualmente cortes de electricidad tras intensificar Rusia una vez más los ataques con misiles y drones contra la infraestructura energética del país, la cual puede tardar años en recuperarse por completo, según las autoridades.

Los generadores portátiles de energía han vuelto a las calles de algunas ciudades ucranianas, especialmente en la oriental Járkov y la sureña Odesa, que se han convertido en los principales objetivos de los ataques rusos contra las centrales eléctricas del país desde el pasado viernes.

Alrededor de 200 mil hogares sólo tienen acceso intermitente a la electricidad en Járkov, según el Ministerio de Energía.

Sin electricidad, el suministro de agua tampoco es fiable y los ascensores no funcionan en los bloques de viviendas, lo que significa que los ancianos y los discapacitados tienen que depender de voluntarios para recibir agua y suministros básicos.

Según el Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW, en inglés), con sede en Estados Unidos, Rusia puede estar tratando de perturbar con sus ataques el potencial industrial y de defensa de Ucrania, aprovechando los retrasos en la ayuda occidental.

Rusia también intenta intimidar a la población civil con la esperanza de obligarla a someterse.

Cerca de 40 detenidos en redada en centro de distribución comercial a las afueras de Moscú

Cerca de 40 personas fueron detenidas este miércoles en una redada policial contra la inmigración ilegal en un centro de distribución de la plataforma de comercio electrónico Wildberries en las afueras de Moscú, según informó el miércoles la compañía rusa.

La operación policial se produjo cinco días después del sangriento atentado terrorista contra una sala conciertos perpetrado por cuatro hombres armados de origen tayiko, ataque que fue reivindicado por el Estado Islámico.

“Un total de 38 trabajadores del centro será sometido a una verificación adicional de datos en dependencias policiales. Todos los demás volvieron a sus labores”, señaló la oficina de prensa de Wildberries, citada por las agencias rusas.

La redada, precisó la compañía, fue efectuada por el Servicio de Migración y la Policía con el propósito de verificar la documentación de los trabajadores.

La redada de hoy es la segunda en un centro de distribución de Wildberries en las afueras de Moscú en los últimos cuatro meses.

A fines de noviembre pasado, la Policía buscó entre los inmigrantes hombres para combatir en la campaña militar rusa en Ucrania.

En esa ocasión las fuerzas del orden detuvieron a varios indocumentados, tres de los cuales fueron deportados, y también a inmigrantes que recibieron recientemente la ciudadanía rusa.

Los directivos de Wildberries, empresa que cuenta con unos 180 mil trabajadores en toda Rusia, aseguraron que colaboran con las autoridades.

Las autoridades han prometido que endurecerán la política migratoria tras el atentado que se cobró la vida de 140 personas.

Cerca de 40 detenidos en redada en centro de distribución comercial a las afueras de Moscú

Rusia no ve posibilidades de negociar con Ucrania y duda de una cumbre de la paz en Suiza

Rusia no ve actualmente posibilidades de negociar con Ucrania un acuerdo para el cese de las hostilidades o de que se celebre una cumbre de la paz que Suiza ha mostrado interés en organizar, según el embajador ruso ante las Naciones Unidas en Ginebra, Gennadi Gatilov.

“Es muy improbable cualquier acuerdo serio con el actual régimen de Kiev y sus patrocinadores en Occidente”, señaló en una rueda de prensa con miembros de la Asociación de Corresponsales ante la ONU en esta ciudad.

Sostuvo que el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, “se ha autoimpuesto la prohibición” de entablar conversaciones con cualquier instancia oficial rusa y criticó la llamada “fórmula de paz” del mandatario, que consideró “un conjunto de ultimátums”.

Sobre los planes públicos del Gobierno suizo de organizar un cumbre dedicada a la paz en Ucrania, el embajador ruso dijo que, por principio, su país no está en contra de negociar, “pero no tenemos con quién hablar porque Zelenski se lo ha prohibido a sí mismo”.

Además, dijo que en el supuesto de un encuentro con la participación de rusos y ucranianos, éste no podría realizarse en Suiza, puesto que Rusia ya no lo reconoce como un país neutral desde su decisión de aplicar al pie de la letra todas las sanciones de la Unión Europea -de la que no forma parte- contra Rusia.

Agregó que de todos modos no se observan movimientos que apunten a la organización de esa cumbre, que no podría celebrarse seriamente sin la participación de Rusia, apuntó.

Uno de los objetivos declarados de Suiza es crear una plataforma para hacer realidad los planes de reconstrucción de Ucrania, una cuestión sobre la cual ya organizó a mediados de 2022 una conferencia internacional.

Por otra parte, Gatilov criticó duramente la idea de Suiza y de otros países europeos de eventualmente utilizar los beneficios que están dejando los fondos rusos congelados en establecimientos financieros para cubrir los costes de la asistencia a Ucrania.

“Ese es dinero robado”, sostuvo, tras mencionar que Suiza tiene bloqueados 7 mil millones de dólares de origen ruso.

Preguntado sobre el atentado terrorista de la semana pasada en una sala de conciertos en las afueras de Moscú, que causó 139 muertos, el responsable diplomático dijo que hay muchas preguntas aún sin respuesta en torno a este ataque, como la razón que tendría el Estado Islámico para atacar Rusia cuando Oriente Medio está en medio de un conflicto que tiene su centro en Gaza.

También consideró extraño que los extremistas hayan realizado un atentado en medio del Ramadán, el mes santo para los musulmanes, y que queda igualmente por entender “quién se ha beneficiado con esto”.

El Gobierno ruso ha acusado hoy directamente a Ucrania y a sus aliados occidentales de estar detrás del atentado.

Vladimir Putin visita el cuartel de sus fuerzas armadas que luchan en Ucrania

Ascienden a 140 los muertos por el atentado terrorista de Moscú

El número de víctimas mortales del atentado terrorista del viernes pasado contra la sala de conciertos Crocus City Hall, al noroeste de Moscú, ascendió a 140 personas, tras el fallecimiento de un herido grave, según informó el ministro de Sanidad ruso, Mijaíl Murashko.

“Lamentablemente uno de los heridos, que se encontraba en un estado extremadamente grave, falleció. Los médicos hicieron todo lo posible... en los hospitales de Moscú y la región moscovita “permanecen aún 80 heridos, incluyendo 6 menores de edad”

Mijaíl Murashko, ministro de Sanidad ruso

Previamente, las autoridades habían informado de 139 víctimas mortales del ataque terrorista en la ciudad de Krasnogorsk, en el noroeste de la capital rusa.

Según los investigadores rusos, la causa de la muerte de los asistentes al concierto, en el que se produjo la tragedia, son heridas de bala y la asfixia por el humo del incendio provocado por los atacantes.

El Servicio Federal de Seguridad (FSB) informó de la detención de once personas en relación con el atentado.

Entre los detenidos se encuentran cuatro terroristas que participaron en el ataque, según informó el director del FSB, Alexandr Bórtnikov, al presidente ruso, Vladímir Putin.

Los sospechosos, que ofrecieron resistencia, fueron detenidos en una carretera de la región de Briansk, fronteriza con Ucrania, a donde presuntamente pretendían escapar.

Rusia ha admitido que el atentado en las afueras de Moscú fue perpetrado por islamistas pero insiste en buscar una “huella ucraniana”.

Rusia tras los atentados de Crocus Ciy Hall