La guerra entre Rusia y Ucrania llega a su día 875 desde su comienzo el pasado 24 de febrero de 2022, cuando el presidente ruso Vladimir Putin ordenó una “operación militar especial” para liberar a la población prorrusa de la región ucraniana de Donbás.

Hoy miércoles 17 de julio 2024, Serguéi Lavrov, ministro de Exteriores ruso se lanza en contra de la ONU por dominio de Estados Unidos.

En otro tema, Rusia pagará a los militares que derriben los primeros caza F-16 en Ucrania un total de 15 millones de rublos (unos 170 mil dólares) por cada uno, informó el Ministerio de Defensa de este país.

“Habrá también recompensas por la eliminación de los aviones F-15 y F-16″, señala Defensa citando al subdirector ejecutivo de la compañía FORES, Iliá Potanin.

Potanin precisó que los primeros aviones derribados se premiarán con 15 millones de rublos cada uno.

El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, instó a sus socios a aumentar el número previsto de cazas F-16 que se han comprometido a suministrar hasta finales de año para poder luchar al mismo nivel contra la flota aérea rusa.

A lo largo de estos meses Ucrania tiene previsto recibir seis cazas F-16.

Mientras, Rusia ha advertido de que estos aviones serán objetivos legítimos para sus fuerzas una vez que aparezcan en la zona de combates.

Rusia y Ucrania realizan otro canje de prisioneros de guerra

Rusia y Ucrania han realizado otro canje de prisioneros de guerra sobre la fórmula 95 por 95, informó este miércoles el Ministerio de Defensa ruso.

Como resultado del proceso de negociación, 95 militares rusos que se encontraban en peligro de muerte en cautiverio fueron devueltos desde el territorio controlado por el régimen de Kiev. A cambio, se entregaron 95 prisioneros de guerra de las Fuerzas Armadas de Ucrania, según un comunicado.

El organismo detalló que Emiratos Árabes Unidos proporcionó mediación humanitaria para el retorno de militares rusos cautivos.

Según el ministerio, los militares liberados serán trasladados a Moscú para recibir tratamiento y rehabilitación en instituciones médicas y ya están recibiendo la asistencia médica y psicológica necesaria.

El último intercambio de prisioneros entre Rusia y Ucrania había sido anunciado a finales de junio, cuando se canjearon 90 militares de cada parte.

Vadim Shishimarin, primer soldado ruso condenado a cadena perpetua por crímenes de guerra/AFP

Más de cuatro millones de ucranianos actualizan sus datos en el marco de la movilización

Más de cuatro millones de ucranianos han actualizado ya sus datos de contacto en el Ministerio de Defensa en el marco del esfuerzo de movilización de personas aptas para luchar en el frente por parte del Estado, mientras que al resto se le acaba el tiempo, ya que el martes venció el plazo para hacerlo.

La nueva ley de movilización, que entró en vigor hace 60 días, obliga a todos los ucranianos de entre 25 y 60 años, así como a algunas mujeres, a facilitar al Estado su dirección y número de teléfono.

Aunque cientos de miles de personas se han alistado voluntariamente en el ejército desde el comienzo de la invasión rusa, la calidad de los registros de los centros de reclutamiento locales era notoriamente baja antes del 24 de febrero de 2022.

Como consecuencia, muchos hombres aptos han permanecido fuera de los radares del ejército, lo que ha llevado a éste a enviar patrullas de reclutamiento a las calles para realizar comprobaciones e invitar o llevar a los centros a los transeúntes sin información actualizada.

Las estimaciones sobre cuántos hombres en edad de combatir permanecen en Ucrania varían enormemente a falta de datos precisos sobre los grandes flujos de población provocados por la guerra.

El Ministerio de Defensa ucraniano cifra el número en menos de once millones, pero el medio analítico “Texty” cree que solamente unos cinco millones de ellos podrían ser llamados realmente a filas.

Aquellos que no actualicen sus datos de contacto antes de que acabe la jornada del martes o hagan caso omiso a nuevas peticiones para que proporcionen más detalles, se arriesgarán a ser multados con al menos 380 euros y a que se les suspenda el carné de conducir o se confisquen algunos bienes si las multas se acumulan.

“Los militares dicen que todo va según su plan”, declaró el lunes en rueda de prensa el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski.

Según él, el principal problema al que se enfrenta Ucrania en su esfuerzo de movilización es la falta de campos de entrenamiento y de armas.

Los retrasos en el suministro a Ucrania del material militar prometido y el hecho de que Estados Unidos no haya hecho nuevas entregas durante el invierno han asestado un doloroso golpe a la voluntad de los ucranianos de alistarse en el ejército.

La consiguiente escasez de armas ha contribuido a que Rusia realice avances limitados pero constantes en partes de la línea del frente en Donetsk (este), lo que también ha afectado a la moral de los posibles soldados.

Como resultado, más del 46 % de los ucranianos no condena actualmente a los que eluden el servicio militar, frente al 29 % en enero, según las encuestas.

Ahora que han empezado a llegar a Ucrania más armas procedentes de los aliados, aunque sus dirigentes afirman que sigue ocurriendo con demasiada lentitud, la situación puede cambiar gradualmente a mejor.

El ritmo de la movilización aumentó tras la aprobación de la nueva ley.

Soldados ucranios ayudan a evacuar una ciudad

Serguéi Lavrov, ministro de Exteriores ruso se lanza en contra de la ONU por dominio de Estados Unidos

El ministro ruso de Exteriores, Serguei Lavrov, volvió a cargar el martes en el Consejo de Seguridad de la ONU contra el orden internacional dominado por Estados Unidos y un mundo occidental que “interpreta la carta de la ONU y la ley internacional de forma perversa y selectiva, según las instrucciones de la Casa Blanca”.

Rusia preside este mes el Consejo de Seguridad y programó una sesiónad hoc’ sobre el orden mundial bajo el título ‘Cooperación multinacional en interés de un mundo más justo, democrático y sostenible’, uno de los temas favoritos de la diplomacia de Vladimir Putin.

Como suele ser habitual en cada comparecencia de Lavrov en la ONU, Rusia criticó la composición del Consejo de Seguridad y la infrarrepresentación en él de África, Asia y Latinoamérica, así como el excesivo peso de los países occidentales en las estructuras ejecutivas de la Secretaría de la ONU que rodean a António Guterres.

Además, cargó contra el monopolio de facto por parte de ‘Occidente’ (Estados Unidos y Europa, principalmente) de las instituciones financieras internacionales que “deberían reflejar el peso verdadero los centros no occidentales de crecimiento y desarrollo”.

El ministro ruso insistió en que Estados Unidosha declarado su propio excepcionalismo” en lo referente a las reglas mundiales -y enumeró las resoluciones del Consejo que no ha cumplido en los últimos tiempos-, pero además “exige a sus aliados una obediencia incondicional, incluso en detrimento de sus intereses nacionales”.

La dominación de Estados Unidos del orden mundial se manifiesta además -según describió el ministro- en las prioridades de la OTAN, las medidas comerciales contra China o el régimen de sanciones económicas que solo golpea a países de Latinoamérica, Asia y África, los cuales “sufren las prácticas neocolonialistas de Occidente”.

Poco antes de que Lavrov hablase ante el Consejo, y anticipándose a sus palabras, el embajador de la Unión Europea, Stavros Lambridinis, secundado por los países miembros de la UE, leyó un comunicado en el que recordó que es Rusia la que “viola burdamente la ley internacional y la carta de la ONU, y pone en peligro la seguridad europea y global” con la guerra de Ucrania y sus ataques contra los civiles.

Reivindicó a continuación el papel de la UE y sus estados miembros que “financian la cuarta parte del presupuesto regular de la ONU y sus agencias”, así como el 42 % de la cooperación internacional, y pidió a “aquellos que se las dan de multilateralistas” que aumenten sus contribuciones a la ONU y sus agencias.

También la embajadora de Estados Unidos, Linda Thomas-Greenfield, contestó a Lavrov y lamentó su uso de “la retórica divisiva de Rusia y sus ataques contra la arquitectura internacional”, y recordó “las naciones en desarrollo que durante mucho tiempo han sido usadas y abusadas por Rusia”.

Serguéi Lavrov, ministro de Asuntos Exteriores de Rusia