La guerra entre Rusia y Ucrania llega a su día 939 desde su comienzo el pasado 24 de febrero de 2022, cuando el presidente ruso Vladimir Putin ordenó una “operación militar especial” para liberar a la población prorrusa de la región ucraniana de Donbás.
Hoy jueves 19 de septiembre 2024, Vladimir Putin y Lula Da Silva conversan sobre la propuesta de paz de Brasil y China en la guerra de Ucrania.
Mientras que ante la resistencia de sus socios a levantar la prohibición de usar sus misiles de largo alcance contra territorio ruso, Ucrania recurrió una vez más a sus propios drones para golpear la retaguardia enemiga con un ataque masivo que alcanzó un almacén de misiles, munición y bombas aéreas en la ciudad de Toporets de la región de Tver del oeste de Rusia.
Según declararon a medios locales fuentes del espionaje ucraniano, el ataque fue una operación conjunta del Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU), la inteligencia militar de Kiev y las fuerzas especiales del Ejército y alcanzó un depósito de municiones en el que se guardaban misiles Iskander y Tochka-U, además de bombas aéreas y munición para artillería.
Según el canal de Telegram ruso Astra, el almacén en cuestión, situado en la ciudad de Toporets de la región de Tver, fue alcanzado por seis drones kamikaze ucranianos alrededor de las 3:30 de la madrugada (hora local).
El portal ucraniano Militarni, especializado en asuntos de defensa, ha revelado que la unidad atacada es la 541690 de la Dirección Principal de Misiles y Artillería de Rusia (GRAU), en una información que incluye las coordenadas del depósito atacado.
Según el balance ofrecido por el Ministerio de Defensa ruso, en el conjunto del territorio ruso se derribaron durante el ataque ucraniano de anoche 54 drones, 27 de ellos sobre la región de Kursk, escenario de una operación militar de Kiev desde el pasado 6 de agosto.
Vladimir Putin aprueba la propuesta de un acuerdo de asociación estratégica con Irán
El presidente de Rusia, Vladimir Putin, firmó el miércoles un decreto en el que acepta la propuesta del Ministerio de Asuntos Exteriores del país, de suscribir un acuerdo de asociación estratégica con Irán.
El documento ordena “aceptar la propuesta del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia, acordada con los órganos y organizaciones estatales federales interesados, de firmar el Tratado de Asociación Estratégica Integral entre la Federación de Rusia y la República Islámica de Irán”.
Además, el decreto del mandatario manifiesta que sería aconsejable firmar el mencionado tratado “al más alto nivel”.
En enero de este año, los entonces ministros de Defensa de Rusia e Irán, Serguéi Shoigú y Mohammad Reza Ashtiani, respectivamente, abordaron el tema de la cooperación militar y la seguridad regional entre los dos países.
Durante la conversación telefónica, las partes subrayaron su compromiso con los principios fundamentales de las relaciones ruso-iraníes, incluido el respeto incondicional a la soberanía y la integridad territorial de la otra parte, comprometiéndose a confirmar esos principios en el próximo gran tratado interestatal entre Rusia e Irán.
Cabe recordar que Shoigú, que ahora ocupa el cargo de secretario del Consejo de Seguridad de Rusia, llegó este martes en visita no anunciada a Irán, donde se reunió con el presidente, Masoud Pezeshkian, y con el secretario del Consejo Supremo de Seguridad Nacional iraní, Ali Akbar Ahmadian.
Pezeshkian declaró que las relaciones entre los dos países ayudan a reducir “la eficacia de las sanciones y medidas injustas” impuestas contra ambos. “Las relaciones entre Teherán y Moscú se desarrollarán de forma permanente, continua y duradera”, agregó.
Vladimir Putin reconoce que los habitantes de regiones fronterizas rusas están pasando dificultades
El presidente ruso, Vladimir Putin, reconoció que los habitantes de las zonas fronterizas están atravesando dificultades debido a los ataques del ejército ucraniano, que controla parcialmente la región de Kursk.
“A la gente que vive en las regiones fronterizas les ha tocado una prueba difícil. Y a las autoridades, sean federales, regionales o locales, se les exige una especial atención a sus necesidades y demandas”
Vladimir Putin en reunión con los gobernadores elegidos en elecciones locales transmitida por la televisión
Desde el Palacio de Constantino de San Petersburgo, denunció los ataques terroristas y los intentos de desestabilizar la situación en las zonas fronterizas, especialmente en Kursk y Bélgorod, las más castigadas por la guerra.
Putin, que desde el comienzo de la campaña militar raramente ha abordado públicamente la insegura situación de los rusos que residen cerca de la frontera con Ucrania, aseguró que “todos los problemas deben solucionarse sin dilación ni formalismos”.
Además, subrayó que es “el deber sagrado” de las Fuerzas Armadas “hacer todo lo posible” para proteger a la población del enemigo.
La incursión fronteriza ucraniana demostró que el Servicio Federal de Seguridad, el encargado de la vigilancia fronteriza, no es capaz de garantizar la impermeabilidad de la frontera.
Hace una semana las autoridades de Kursk ordenaron la evacuación obligatoria de las localidades fronterizas a lo largo de una franja de 25 kilómetros en otros dos distritos, en medio de la contraofensiva rusa para expulsar a las tropas enemigas de la región.
El Ministerio de Defensa informa diariamente de que ha abortado varios intentos ucranianos de cruzar la frontera, algo que Kiev logró en Kursk el pasado 6 de agosto.
El Ejército ruso lanzó hace dos semanas una contraofensiva para expulsar a las tropas ucranianas de Kursk, que comparte varios cientos de kilómetros de frontera con el vecino país.
Según Defensa, las tropas rusas han recuperado doce localidades, aunque Kiev continúa lanzando contraataques para evitar que Moscú cree una franja de seguridad en el norte del país, concretamente en las regiones de Járkov y Sumi.
Vladimir Putin y Lula Da Silva conversan sobre la propuesta de paz de Brasil y China en la guerra de Ucrania
El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, conversó el miércoles con el mandatario ruso, Vladimir Putin, sobre la propuesta de paz de Brasil y China para el conflicto actual con Ucrania, informaron fuentes oficiales.
En una charla telefónica, los jefes de estado abordaron nuevamente este tema que también se había conversado previamente en la llamada de junio, cuando el ruso se comunicó para expresar su pesar por las víctimas producto de las inundaciones en Rio Grande do Sul, en el peor desastre climático que le tocó vivir a la región.
La propuesta de paz nace producto de la declaración conjunta difundida en el mes de mayo por el ministro de exteriores de China, Wang Yi, y el asesor para Asuntos Internacionales de la Presidencia brasileña, Celso Amorim.
En esta declaración, ambas partes solicitaron “reducir la escalada del conflicto”, ampliar la asistencia humanitaria, además de condenar el uso de armas de destrucción masiva.
En una entrevista, el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, se mostró contrario a la propuesta de paz chino-brasileña, a la que calificó como “destructiva”.
A principios de septiembre, Putin había propuesto a China, Brasil e India, tres socios de la alianza económica BRICS, como posibles mediadores en futuras negociaciones de paz con la administración de Zelenski, afirmando que “respetan a sus amigos y socios que están sinceramente interesados en resolver” el conflicto.
Esta declaración se dio durante el plenario del Foro Económico Oriental que se celebró en la ciudad portuaria rusa de Vladivostok.
Para ese momento, el portavoz del gobierno ruso, Dmitri Peskov, sostuvo que aún el gobierno “no ve las condiciones para celebrar negociaciones” y volvió a acusar a Occidente de presionar a Kiev para no cesar con las hostilidades en el país vecino.
En la comunicación telefónica de este miércoles, Putin y Lula también abordaron los temas a discutir en la cumbre de los BRICS, que se realizará del 22 al 24 de octubre en Kazán, en el suroeste de Rusia.
En enero de este año, el gobierno ruso asumió la presidencia del grupo económico integrado por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, que representa más del 40 % de la población mundial y un 23 % del PIB global, con el objetivo puesto en construir “un orden mundial multipolar más equitativo” y en la posibilidad de sumar nuevos socios a la alianza.