En Argentina, el pasado viernes 18 de marzo un hombre chocó contra un poste ubicado en la ciudad de Necochea. Cuando la policía lo revisó, midió 5,5 de alcohol en el test de alcoholemia.
Esto es igual a 11 veces la cantidad de alcohol permitida en sangre, motivo por el que perdió el control del vehículo.
El exempleado de una empresa de extrusión de aluminio se impactó contra una columna de alumbrado público, debido a la cantidad de alcohol que había ingerido.
El aparatoso accidente llamó la atención de la policía Bonaerense, aunque afortunadamente el hombre sobrevivió y fue trasladado al Hospital Municipal Emilio Ferreyra.
Según los inspectores de tránsito, el hombre registraba 5,5 grados de alcohol en la sangre, una cifra muy alta según el último récord registrado en Argentina.
En consecuencia, se retuvo el vehículo, un Nissan Tida gris plata con más de 100 mil pesos en multas sólo de la provincia de Buenos Aires y la Capital Federal.
¿Cuál es el nivel de alcohol permitido en la sangre?
El alcohol es la única droga socialmente aceptada, a pesar de ser la única sustancia que envilece tanto al adicto como a su familia.
Esto nos lleva a hablar de niveles “permitidos” de alcohol en la sangre, entendiendo que cuando se rebasan, una persona podría ponerse en peligro.
En Argentina, por ejemplo, donde un hombre chocó llevando 11 veces más la cantidad de alcohol permitida en sangre, 0,60 a 0,99 gramos es lo aceptable.
Apenas pasando este límite, el individuo experimenta desinhibición y extroversión con dificultades profundas en la visión periférica.
De 1,00 a 1,99 gramos de alcohol en la sangre se dan vaivenes emocionales, fallan los reflejos, el habla, se produce disfunción eréctil temporal, intoxicación y amnesia.
Con 2,00 gramos se desarrolla deficiencia motora grave, pérdida de la conciencia y amnesia.
Asimismo, con 3,00 gramos de alcohol en sangre se da depresión grave del sistema nervioso central, pérdida del conocimiento, alto riesgo de intoxicación y posibilidad de muerte.
En México, por ejemplo, el Reglamento de Tránsito prohíbe conducir vehículos cuando hay una cantidad de alcohol en sangre superior a 0.8 g/lt, o su equivalente en aire 0.4 mg/lt.