Freetown.- El miedo por el ébola está latente en Sierra Leona, en cuyo poblado en el noroeste fue puesto en cuarentena este viernes.
Ello, luego de la muerte por el virus de una residente, cuyos contactos directos e indirectos deberán además ser vacunados para evitar un nuevo brote de la enfermedad.
Se informó que el deceso de la mujer de 67 años, de la aldea de Sellakaffta, distrito de Kambia, cerca de la frontera con Guinea, llegó cuando Sierra Leona había comenzado ya la cuenta regresiva -de un periodo de seis semanas sin nuevos casos del virus- para ser declarada libre de la enfermedad.
En este contexto, autoridades sanitarias ordenaron el aislamiento del poblado, con cerca de mil habitantes, durante un periodo inicial de tres semanas, siempre y cuando no se registren nuevos casos, y un toque de queda que impide a las personas visitar otras casas.
En tanto, el ministerio sierraleonés de Salud y la Organización Mundial de la Salud (OMS) anunciaron un programa de vacunación para todas aquellas personas -alrededor de 200- que tuvieron contacto directo e indirecto con la víctima del virus.