El gobierno de Israel amplió las restricciones a la aviación comercial y prácticamente cerró sus aeropuertos, una medida que tiene como fin evitar la entrada de personas con variantes del coronavirus más contagiosas que la original.

De acuerdo con la agencia de noticias AP, el primer ministro Benjamin Netanyahu confirmó el cierre de aeropuertos, con la que sólo se permitirá en Israel el aterrizaje de aviones de carga y vuelos con motivos humanitarios, como viajes por salud o repatriación de los restos de nacionales muertos en el extranjero, en un nuevo intento por frenar el número de contagios de coronavirus.

“Cerraremos los cielos herméticamente a excepción de muy muy pocos casos, a fin de evitar la entrada de la mutación del virus y para asegurar que avance nuestra campaña de vacunación”.

Benjamin Netanyahu

Israel tiene una de las tasas de infección de coronavirus más altas del mundo

Israel presenta una de las tasas de contagio de coronavirus más altas en todo el mundo respecto a su población (9 millones 200 mil personas), con 8 mil casos diarios y 65 mil casos por cada millón de habitantes.

Desde el inicio de la pandemia, Israel acumula 597 mil 403 casos positivos de coronavirus, así como 4 mil 419 personas muertas por la enfermedad, incluyendo los 78 decesos reportados en las últimas horas.

Pese a este escenario, grupos de judíos ultraortodoxos se manifestaron este domingo en varios puntos de Israel para exigir el fin de las medidas de confinamiento y distanciamiento social implementadas para reducir lo contagios de coronavirus.

En algunos barrios de las ciudades de Jerusalén y Asdod, los manifestantes incluso se enfrentaron con la policía que quiso clausurar escuelas religiosas que abrieron sin el permiso de las autoridades.

A lo largo de la pandemia ha sido constante la desobediencia a las reglas por parte de los grupos ultraortodoxos; como resultado, acumulan un tercio de todos los contagios de coronavirus pese a que sólo representan 10 por ciento de la población.

Israel también es el país que ha avanzado más en su campaña de vacunación contra el coronavirus, aplicando el fármaco a una cuarta parte de su población en menos de un mes.

Sin embargo, se espera que los ultraortodoxos se nieguen a vacunarse, lo que dificultará el plan del gobierno levantar el estado de emergencia en unos meses.