México.- La senadora Jeanine Áñez, opositora al gobierno de Evo Morales, asumió la presidencia de Bolivia, en cumplimento del principio de sucesión presidencial.
Sin el respaldo de los legisladores del Movimiento al Socialismo (MAS), partido del ahora exiliado Evo Morales, entre ellos el presidente y primer vicepresidente del Senado, Áñez se declaró presidenta de dicha cámara y apeló a la sucesión constitucional por la ausencia de demás autoridades para ocupar el Poder Ejecutivo.
Su mandato tendrá el carácter de transitorio y buscará cumplir con la reorganización del Órgano Electoral Plurinacional (OEP), para que existan nuevas elecciones generales y se cumpla con el traspaso de mandato en enero de 2020.
"Aquí se está frente a una sucesión presidencial originada en la vacancia de la presidencia del Estado, ante la ausencia definitiva del presidente y vicepresidente, lo que significa que conforme al texto y sentido de la Constitución, como presidente de la Cámara de Senadores, asumo de inmediato la presidencia del Estado"
Jeanine Áñez. Presidenta de Bolivia.
Cabe recordar que el pasado 20 de octubre se realizaron elecciones generales en Bolivia, donde Evo Morales se presentó a una nueva reelección y pese a imponerse en los comicios, el sistema de votación sufrió irregularidades durante la jornada, por lo que la certeza respecto a el porcentaje con el que alcanzó la segunda vuelta dejó dudas entre un sector de la ciudadanía.
Opositores de Evo Morales ponen fin al paro cívico en Santa Cruz
De manera simultánea a la jura de Jeanine Áñez como presidenta transitoria de Bolivia, Luis Fernando Camacho, presidente del Comité Cívico Pro Santa Cruz, la ciudad más rica del país sudamericano y bastión de la oposición a Morales Ayma, declaró el fin del paro cívico montado durante las últimas semanas.
En sus primeras declaraciones como presidenta, Áñez llamó a la reconciliación nacional y aseguró que la población indígena, que en diversas ciudades del país ha comenzado a intensificar sus protestas ante el llamado "golpe", también forma parte de este nuevo gobierno.
Tras su autoproclamación, la mandataria ingresó al viejo Palacio de Gobierno con una Biblia en la mano, aunque nadie le tomó juramento. Una vez ahí pidió un minuto de silencio para los cuatro muertos durante las protestas y llamó a las Fuerzas Armadas a colaborar en el orden dentro del territorio.
El martes por la tarde, legisladores del MAS, el partido con mayoría en el Congreso, alegaron falta de seguridad en La Paz para que arribaran los representantes de otras regiones y cuestionaron los procedimientos.
Con información de El Deber y AP