Washington.- La Administración Federal de Emergencias (FEMA) declaró hoy a los estados de Nueva York y Nueva Jersey zonas de "desastre mayor", pues la tormenta Sandy dejó al menos 16 muertos y 6.9 millones de personas sin electricidad en la coste este.
Los dos estados resintieron los mayores efectos de Sandy, incluidas inundaciones generalizadas en sus zonas costeras y en algunas ciudades, por lo que la declaratoria los hace elegibles para asistencia adicional del gobierno federal.
El corazón del circuito financiero de Manhattan, la Bolsa de Valores, continuaba paralizado por segundo día consecutivo, y se reportaron inundaciones en estaciones del Metro y al menos medio centenar de incendios en la zona de Queens.
De acuerdo con estimaciones preliminares, la tormenta dejó a su paso el menos 16 muertes en Estados Unidos, en adición a las 69 en el Caribe.
Cinco personas fueron reportadas muertas en Nueva York, tres en Nueva Jersey, tres en Pensilvania, dos en Connecticut y una en Virginia del Oeste, Maryland y Carolina del Norte, la mayoría por caídas de arboles.
El gobernador de Nueva jersey, Chris Christie, dijo esta mañana que la localidad de Moonachie quedó inundada cuando colapsó un dique natural en la zona costera, pero sin fatalidades, aunque algunos residentes tuvieron que subir a sus techos para ser rescatados.
Cuestionado sobre el costo económico para el estado, Chistie señaló que se tratado de una cifra "incalculable, pues es un daño extenso".
El gobernador anunció que el estado está adoptando planes de contingencia para asegurar que pueda procederse con la instalación de casillas para los comicios presidenciales del seis de noviembre.
En Atlantic City, un atractivo popular con los turistas por su industria de casinos, las autoridades mantenían las tareas de rescate de residentes atrapados en colonias inundadas.
En tanto, la capital estadunidense continuaba este martes semiparalizada, con el gobierno federal, el sistema de transporte público y el escolar cerrados por segundo día.
Las autoridades citadinas analizaban la posibilidad de restablecer el servicio de tren metropolitano en el curso del día.
Aunque empresas de abasto eléctrico trajeron cuadrillas de trabajadores de estados aledaños, estimaron que la restauración plena de la electricidad podrían demorar de tres a 10 días.