La policía de Indio (California) mató durante un intento de arresto a un hombre de origen latinoamericano, identificado como José Albert Lizárraga, en un caso de abuso que guarda similitudes con la muerte de George Floyd que cimbró a la sociedad estadounidense el año pasado.
Igual que George Floyd, José Albert Lizárraga fue sometido con técnicas que le causaron una muerte por asfixia pese a que el hombre gritó en varias ocasiones a los oficiales “no puedo respirar”, palabras que se han convertido en un símbolo del abuso policial que sufren grupos racializados de Estados Unidos.
¿Quién es José Albert Lizárraga?
De acuerdo con la televisora local News Channel 3, la policía de Indio mató a José Albert Lizárraga el pasado 22 de enero a las afueras de un supermercado especializado en productos latinoamericanos, pero los vivero del arresto y la acción policial que le causó la asfixia salieron a la luz en días pasados.
La policía alega que José Albert Lizárraga estaba bajo los influjos del alcohol o alguna droga al momento de su detención, y que sufrió “una emergencia médica” que le causó la muerte.
Sin embargo, los videos muestran que la policía aplicó fuerza excesiva contra el hombre e incluso cubrieron su cabeza con una capucha, una medida supuestamente justificada por la pandemia de coronavirus.
Tyanna Lizárraga, hija de José Albert, niega que su padre hubiera estado bajo la influencia al momento de su muerte, y consideró innecesario el uso de la capucha contra el coronavirus, resaltando que varios de los policías aparecer sin cubrebocas en el video.
“Intento mantenerme fuerte pero esto ha sido muy duro, especialmente ver los videos y observar lo que sucedió”
Tyanna Lizárraga
"Como con George Floyd, una vez más escuchamos las palabras 'no puedo respirar'"
David Kenner, abogado que encabezará la demanda contra el Departamento de Policía de Indio y los oficiales que mataron a José Albert Lizárraga, aseguró que el abuso policial “sigue vigente” y esta vez “sucedió justo aquí, en nuestra ciudad”, para luego agregar:
“Desgraciadamente, una vez más escuchamos las infames palabras ‘no puedo respirar, no puedo respirar’”.
David Kenner
La policía de Indio separó de su cargo a los oficiales involucrados pero regresaron a sus labores el 5 de febrero, tan sólo quince después del asesinato.
Además, ofrecieron dar a conocer tanto los videos de las cámaras en los uniformes de los policías y las llamadas de emergencia al 911 relacionadas al caso, pero señalaron que tardarán semanas en tener listo el material.