A cinco años desde el inicio de la pandemia de Covid-19, aún muchos jóvenes sufren los estragos de las restricciones y el confinamiento; estas son las consecuencias a largo plazo.
La pandemia de Covid-19 no solo dejó millones de muertos y una gran crisis financiera, sino también un gran trauma generacional, que ahora sufren los adolescentes y jóvenes.
Entre las grandes consecuencias se encuentran los trastornos psicológicos, de aprendizaje, lenguaje y socialización.
La pandemia de Covid-19 dejó consecuencias de desarrollo y aprendizaje a largo plazo en los jóvenes
Las medidas de restricción sanitaria por la pandemia de Covid-19 tuvo grandes consecuencias a largo plazo en los jóvenes de más de una generación.
Tras años de confinamiento y aislamiento social, los jóvenes y adolescentes regresaron a clases presenciales, lo que detonó algunos trastornos de comportamiento.
Los estudiantes que más se vieron afectados fueron aquellos que cuando estalló la pandemia de Covid-19 apenas habían ingresado a un sistema escolarizado de educación.
Un estudio publicado en la revista Nature Behaviour basado en investigaciones de 15 países revela que muchos niños aún no se han recuperado de atrasos importantes en su proceso de desarrollo y aprendizaje.
De acuerdo con Selina Warlow, psicóloga de la clínica de Farinha, en Londres, el ambiente escolar sería ruidoso y sobreestimulante para los adolescentes que iniciaron clases en línea.
“Estar en una clase con otros 30 niños es realmente difícil para ellos. Y se preguntan por qué deberían volver”, comentó Selina Warlow.
La pandemia de Covid-19 trajo graves consecuencias en salud mental de jóvenes
Además de los problemas de aprendizaje y comportamiento, la pandemia de Covid-19 trajo una serie de afectaciones a la salud mental de los jóvenes.
Según una encuesta de salud pública en Francia, una quinta parte de jóvenes de entre 18 y 24 años sufrieron un episodio depresivo en 2021, sin contar todos los que acontecieron después de ese año.
Asimismo, el estudio revela que unos 700 mil jóvenes de entre 13 y 20 años padecieron ansiedad generalizada, depresión y ansiedad social, cifra que se mantuvo hasta 2023.