En redes sociales ha causado furor la radical transformación de Kalina de Bulgaria, de 52 años, a quien ya hasta apodaron como “la princesa fit”.
Y es que, aunque muchos solemos pensar que las princesas son “frágiles y delicadas”, lo cierto es que la princesa Kalina de Bulgaria está lejos de encajar con ese estándar.
Ante su transformación, muchos se hacen la pregunta ¿Cómo se veía antes Kalina de Bulgaria? Aquí te mostramos las inéditas fotos del antes y después.
La impresionante transformación de Kalina de Bulgaria; esta fue la triste historia de su nariz
La representante de la Casa Real Sajonia-Coburgo-Gotha, la princesa Kalina de Bulgaria, dejó impactados a todos al ser vista junto a su esposo, Kitin Muñoz, durante el velatorio del rey Fernando I de Bulgaria en el Palacio Vrana de Sofía.
Con 52 años, la princesa Kalina sorprendió con su transformación al exhibir unos brazos musculosos, unos hombros más anchos y una nariz visiblemente operada.
Aunque muchos han aplaudido su cambio físico y su valentía, otros criticaron su cuerpo, sobre todo su nariz, sin saber que su operación no fue estética, sino a causa de un delicado tema de salud.
Fue en 2018 que su esposo, Kitín Muñoz, reveló a la lista Hola! que la princesa tuvo que ser operada tras una fallida intervención odontológica que derivó en una infección, comprometiendo su nariz y ojo.
“Cuando tenía ocho años, en el colegio se partió las dos paletas de los dientes. En 1999, estudiando arte en Londres, fue a un dentista para ponerse fundas con la mala suerte de que el dentista perforó demasiado la base del hueso. Esto le causó serios problemas, una infección y una nueva intervención”
Kitín Muñoz
La princesa Kalina de Bulgaria de joven: las impactantes fotos del antes y el después
Desde 2003 la princesa Kalina de Bulgaria generó todo tipo de comentarios al presentarse ante cámaras con su peculiar nariz, pues en su mayoría las personas desconocían el motivo detrás.
Sólo un año después, fue vista con una apariencia más musculosa durante una fiesta familiar en el Palacio de Vrana, en Sofía, junto a su padre y último rey de Bulgaria, Simeón de Bulgaria.
Para el 2006, sus cambios de look se volvieron icónicos debido a sus maquillajes inusuales, trenzas y turbantes, algo que no era considerado propio de la realeza.
Sin embargo, detrás de toda esa apariencia, antes hubo una mujer que vestía de forma casual y una nariz considerada “normal” dentro de los estándares.
Al momento de casarse, su matrimonio no destacaba por apariencias inusuales.