La Lava del volcán Cumbre Vieja al fin llegó al mar, en la costa del municipio Tazacorte de La Palma, alrededor de la zona conocida como playa de los Guirres.
Fue cerca de las 11 de la noche del 28 de septiembre cuando la lava comenzó a precipitarse hacia el mar desde un acantilado de casi 100 metros de altura.
El contacto de la lava con el agua del mar podría provocar explosiones, olas de agua hirviendo y ya ha comenzado la emanación de humo, que hasta el momento no representa un riesgo.
Lava exhala humo; podría haber gases tóxicos
Al contacto con el mar, la lava ha comenzado a exhalar un humo que se desplaza hacia el interior de la isla o sale al mar, de acuerdo con la dirección del viento.
Sin embargo, este humo está compuesto de gases potencialmente tóxicos, sin embargo, por el momento el riesgo que implica para la población es menor.
De acuerdo con Rubén Fernández, responsable del Plan de Emergencias Volcánicas de Canarias, actualmente no hay riesgo por los gases por los vientos fuertes que se están presentando.
Pues éste está disipando el humo hacia el mar; lo que “ahora mismo no tenemos ningún indicio que nos haga pensar que sea peligroso” para las personas en confinamiento o para los equipos de emergencia”.
Desde el 27 de septiembre se confinó en sus casas a los habitantes de Tazacorte, municipio por donde la lava continúa su paso hacia el mar.
Además, las autoridades establecieron un perímetro de seguridad de 3,5KM en tierra y dos millas náuticas.
Lava de volcán Cumbre Vieja destruyó más de 600 casas
De acuerdo con el recuento del sistema de satélites europeo Copernicus, la lava del volcán Cumbre Vieja destruyó, desde el 19 de septiembre, 656 casas.
Además, ha afectado 744 edificaciones y cubierto una superficie de 267,5 hectáreas y 23,1 kilómetros de carreteras de los cuales 21,5 están completamente destruidos.
Mientras tanto, los expertos han aconsejado a los vecinos de la localidades próximas a Tazacorte que extremen las medidas de precaución y se mantengan confinados en sus hogares, donde se les recomienda el cierre de puertas y ventanas para evitar la entrada de gases desde el exterior.