Malala aún se recupera de la bala que le disparó un talibán hace nueve años.
Activista y premio Nobel de la Paz, Malala Yousafzai contó que hace tan sólo dos semanas, mientras el Talibán tomaba el control de Afganistán, ella era sometida a su sexta cirugía.
“La bala rozó mi ojo izquierdo, cráneo y cerebro, lacerando mi nervio facial, destrozando mi tímpano y rompiendo mis articulaciones de la mandíbula”
Malala Yousafzai.
Fue en octubre del 2012 cuando Malala recibió un impacto de bala de parte de un talibán mientras viajaba en un autobús escolar.
Malala tuvo que ser trasladada de una clínica pakistaní al Hospital Queen Elizabeth de Birmingham, en el Reino Unido para que pudiera recobrar la función de sus órganos.
“Tuve el dolor de cabeza más severo. Mi visión estaba borrosa. El tubo en mi cuello hizo que fuera imposible hablar”
Malala Yousafzai.
Y, cuando despertó, Malala sólo reconoció la mitad de su rostro, pues la otra estaba inmóvil; tenía pólvora y un ojo morado.
Después de días sin hablar, Malala comenzó a escribir preguntas en un cuaderno y mostrárselas a todos con la esperanza de que alguien le diera respuestas.
“¿Qué me pasó? ¿Dónde está mi padre? ¿Quién va a pagar este tratamiento? No tenemos dinero”
Malala Yousafzai.
La recuperación de Malala Yousafzai
Tras recibir un impacto de bala por parte de un talibán, Malala Yousafzai tuvo que someterse a varias cirugías y fisioterapia.
“El pueblo de Afganistán ha recibido millones de balas durante las últimas cuatro décadas”
Malala Yousafzai.
Y todo lo anterior, sólo porque los extremistas estaban en contra de la educación de las niñas en Pakistán.
“Mi corazón se rompe por aquellos cuyos nombres olvidaremos o ni siquiera conoceremos, cuyos gritos de ayuda quedarán sin respuesta”
Malala Yousafzai.
Ahora, Malala es conocida por su activismo a favor de los derechos humanos, especialmente de los de las mujeres en Pakistán.