Estados Unidos solicitó formalmente a México la extradición de Ovidio Guzmán, hijo de Joaquín “El Chapo” Guzmán y presunto líder del grupo criminal “Los Chapitos”.
Ovidio Guzmán “El Ratón”, fue detenido con fines de extradición el pasado 5 de enero en Culiacán, Sinaloa; tras un operativo comandado por la Guardia Nacional y la Sedena.
Desde entonces el imputado permanece preso en el penal de Altiplano, Estado de México, por delitos de tráfico de drogas en Estados Unidos; país que pedía hasta 5 millones de dólares por su captura.
Pese a que Ovidio Guzmán obtuvo dos amparos para que éste no sea extraditado a Estados Unidos de manera inmediata y juzgado por sus delitos, la nación estadounidense ya solicitó formalmente su extradición.
Se presume que la solicitud ya fue entregada a la Fiscalía General de la República (FGR), la cual será turnada a un juez para convocar una audiencia con Ovidio Guzmán.
Cabe mencionar que Estados Unidos tenía un plazo de 60 días, hasta el 5 de marzo, para solicitar formalmente su extradición; de lo contrario, Ovidio Guzmán podría haber sido liberado en México.
Ovidio Guzmán cuenta con otra orden de aprehensión en México
Sin embargo, es posible que Ovidio Guzmán no resultara libre de no haber sido extraditado a Estados Unidos, ya que México recientemente giró una orden de aprehensión en su contra.
El pasado 21 de febrero, un juez federal de Sonora emitió la orden de aprehensión en contra de Ovidio Guzmán e hizo llegar la notificación al Juzgado Tercero de Distrito en Materia de Amparo y Juicios Federales en el Estado de México.
No obstante, no se reveló el o los delitos de los que se le acusan a Ovidio Guzmán de haber cometido en México.
Detención de Ovidio Guzmán desata “Culiacanazo 2.0″
Luego de la detención de Ovidio Guzmán, a primeras horas del 5 de enero, se desató un segundo “culiacanazo” en Sinaloa.
Miembros del crimen organizado realizaron narcobloqueos, quema de vehículos y balaceras en distintos puntos de Sinaloa en protesta por la detención de “El Ratón”.
Este “Culiacanazo 2.0″ dejó 29 muertos, tanto criminales como elementos del Ejército Mexicano.