Por haber distribuído o visto la famosa serie surcoreana de ‘El Juego del Calamar’, Corea del Norte repartió condenas de muerte y de cadena perpetua entre varios de sus ciudadanos.
Pese al éxito de ‘El Juego del Calamar’ en todo el mundo, al régimen de Corea del Norte no le gustó la serie que, según su creador, es una metáfora sobre la sociedad capitalista actual.
Por ello, ‘El Juego del Calamar’ fue prohibida en Corea del Norte, lo que sin embargo, no impidió que la serie de Netflix llegara al país, con terribles consecuencias.
Hombre que llevó ‘El Juego del Calamar’ a Corea del Norte será fusilado
Según reportó el medio Radio Free Asia (RFA), una fuente de las fuerzas del orden de Corea del Norte reveló que un hombre había sido condenado a muerte.
Ello, luego que el Grupo de la Oficina de Vigilancia 109, encargada de requisar los videos ilegales, descubrió que el sujeto contrabandeó y comercializó la serie en Corea del Norte.
Desde China, el sujeto habría llevado a Corea del Norte ‘El Juego del Calamar’ y la habría distribuído mediante la venta de memorias USB.
Las autoridades de Corea del Norte descubrieron esto hace unos días, tras sorprender a siete estudiantes de secundaria viendo ‘El juego del Calamar’.
Los menores de edad fueron sometidos a interrogatorios y luego de una investigación, las autoridades de Corea del Norte lograron detener al contrabandista.
Con base en la ley de ‘Eliminación del pensamiento y la cultura reaccionarios’, promulgada en 2020, las autoridades condenaron a muerte al contrabandista.
Un pelotón de fusilamiento será el encargado de ejecutar al sujeto, indicó la fuente de las fuerzas del orden consultada por RFA.
Menores de edad que vieron ‘El Juego del Calamar’ fueron condenados a trabajos forzados y a cadena perpetua
Además del contrabandista, el régimen de Corea del Norte decidió castigar también a los menores de edad, lo que sería inédito en el país.
Así, el estudiante de secundaria que compró la memoria USB con ‘El Juego del Calamar’ fue sentenciado a cadena perpetua.
En tanto, los seis menores restantes fueron condenados a cinco años de trabajos forzados, aunque uno de ellos habría librado el castigo, luego que sus padres pagaran más de 65 mil pesos.
Además, varios profesores y miembros del personal de la escuela habrían sido despedidos, posiblemente para ser desterrados a trabajar en minas remotas, según RFA.