El gobierno de Estados Unidos anunció que dotará de bombas racimo a Ucrania para que pueda usarlas en su guerra contra Rusia.
De acuerdo con Joe Biden, se darán las bombas de racimo que tiene Estados Unidos en existencia dentro de los arsenales del Pentágono.
Esto a pesar de que Human Rights Watch pidió que no fueran suministradas este tipo de armas, que están prohibidas en la mayor parte del mundo.
Pero, ¿qué son las bombas de racimo?
¿Qué son las bombas de racimo?
Las bombas de racimo, conocidas también como municiones de racimo, son proyectiles que transportan en su interior decenas o incluso cientos de bombas más pequeñas.
Estos proyectiles, conocidos como submuniciones, se lanzan dentro de bombas desde:
- aviones
- misiles
Además, pueden dispararse desde:
- artillería
- cañones navales
- lanzacohetes
Estos proyectiles se abren a una altura preestablecida, dependiendo del objetivo, para luego esparcir las bombas en su interior por un área determinada.
Por su parte, las submuniciones que son soltadas de las bombas de racimo son activadas por una espoleta de retardo cerca del suelo y esparcen metralla diseñada para matar soldados o eliminar vehículos blindados.
De acuerdo con medios locales, Estados Unidos tiene una reserva de bombas de racimo conocidas como DPICM, que están “mejoradas” pero que ya no usa pues en 2016 se decidió eliminarlas gradualmente.
¿Cuál es el peligro de las bombas de racimo, de acuerdo con Human Rights Watch?
De acuerdo con Human Rights Watch, las bombas de racimo pueden provocar la muerte de todas las personas con las que tenga contacto la metralla de las submuniciones.
Sin embargo, el mayor peligro se encuentra en las submuniciones que no se detonan al tocar el suelo y que representan entre el 10 y el 40% del total de estos artefactos arrojados en el pasado, de acuerdo con la Cruz Roja.
Por ello, las bombas de racimo implican un gran riesgo para los civiles, incluso mucho tiempo después de haber sido disparadas y que al ser detonadas después pueden causar:
- muerte
- mutilación
Sin embargo, el gobierno de Estados Unidos aseguró que que los ucranianos dieron garantías por escrito sobre el uso que harían de estas armas para minimizar “los riesgos que suponen para la población civil”.