Viktor Bout, prisionero ruso que fue liberado por Estados Unidos, formó parte de un intercambio por la basquetbolista Brittney Griner hoy jueves 8 de diciembre, pero ¿quién es?.
El intercambio tuvo lugar este jueves en el aeropuerto de Abu Dhabi, según informó el Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia en Telegram, luego de meses de negociaciones entre las autoridades estadounidenses y rusas.
El “traficante de la muerte” es el apodo con el que se conoce Viktor Bout, ya que se trata de un traficante de armas que antes se desempeñó como teniente coronel del ejército Soviético.
Viktor Bout nació el 13 de enero de 1967 en Ucrania y habla hasta 6 idiomas. Cando terminó su periodo en el ejército se involucró en el negocio de las armas ilegales.
El criminal internacional fue detenido en una operación encubierta en Tailandia en 2008, por agentes estadounidenses que se hicieron pasar por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en una reunión para atraparlo.
Al ser detenido, fue extraditado a suelo estadounidense en 2010 y en su juicio con las autoridades de ese país fue condenado a 25 años de prisión.
El Departamento de Justicia de Estados Unidos lo tenía fichado como uno de los traficantes de armas más prolíficos del mundo.
Se le acusa de haber montado una flota de aviones de carga que transportó armas a zonas de guerra desde la década de los noventa, incluso se le acusó de vender armas a diferentes gobiernos del mundo.
Del “traficante de la muerte” al “señor de la guerra”
Apodado el “traficante de la muerte”, su extraordinaria carrera sirvió de inspiración para la película “El señor de la guerra”, en la que Nicolas Cage interpreta a un traficante de armas que iba a los lugares más inhóspitos del mundo con tal de poder vender sus armas.
La “El señor de la guerra”, de 2005, está inspirada en una historia real la cual describe el negocio ilegal de las armas y sus alcances hasta en regiones como Sierra Leona, donde este personaje se ve involucrado hasta en movimientos de insurrección.
El argumento de la cinta señala que el gobierno estadounidense necesitaba del armamentista para proveer a líderes peligrosos considerados como posibles enemigos.
Esto con la condición de no tener que sacar a la luz el origen real de las armas, ya que eso afectaría la imagen del gobierno estadounidense a nivel internacional.