Nicola Thorp es una recepcionista inglesa de 27 años que quiere lograr que el uso de tacones en el lugar de trabajo como obligación deje de ser legal.
Thorp fue contratada a través de outsourcing para trabajar en la firma financiera PwC como recepcionista, uno de los requerimientos era usar tacones de entre 5 a 10 centímetros durante la jornada laboral de 9 horas.
Como se negó, la compañía la envió a su casa sin pago, pese a que la chica pidió una razón de como el uso de zapatos bajos afectaría el desempeño de su trabajo.
Thorp había solicitado emplear zapatos bajos para desempeñar su trabajo, que básicamente era acompañar a los clientes a las salas de juntas.
Cabe aclarar que la recepcionista no se opone al uso de tacones si así es el deseo de las mujeres, pero sí a usarlos como requisito para desempeñar un trabajo, lo cual considera sexista.
La joven concretó su propuesta a través de una petición al Parlamento Británico, que de momento suma 113 mil 510 firmas para considerar el tema a debate y que el gobierno brinde una respuesta a la petición.
Por su parte, PwC aseveró que no tienen códigos de vestimenta específicos para sus empleados, sin importar que sean hombres o mujeres.