El pasado domingo, una cría de ballena quedó varada en el río Támesis, en la esclusa de Richmond Lock, en Reino Unido.
Luego de casi 1 hora de las labores de rescate, la ballena logró escapar hacia el mar; sin embargo, sufrió graves daños durante la intervención.
Debido a esto, tuvo que ser sacrificada.
La ballena sufrió deterioros de salud y mostraba comportamientos “preocupantes”
Tras varios intentos y un crítico cansancio de la ballena, el rescate terminó en la madrugada del día domingo.
Pero, luego de escapar hacia el mar, la cría de ballena -de 5 metros de largo- volvió a quedarse ‘atorada’ en una zona estrecha.
Cuando biólogos y bomberos llegaron al lugar, se percataron del deteriorado estado de salud del animal.
Julia Cable, coordinadora nacional de rescate de British Divers Marine Life Rescue, detalló que la ballena mostraba “comportamientos preocupantes, sufrimiento y cansancio”.
“La cría de ballena básicamente había perdido toda la energía que le quedaba en el primer varamiento. Y luego, volvió a sufrir minutos más tarde. Simplemente no lo soportó.”
Julia Cable
A pesar de ello, el grupo de rescatistas intentó mantenerla viva y ‘fresca’.
Luego de 45 minutos, los expertos tomaron la decisión de sacrificarla.
"El estado de la ballena se deterioró en los últimos 45 minutos que estuvimos con ella. No respiraba bien y no habría sobrevivido mucho más."
Julia Cable
La cría de ballena fue sacrificada
Un veterinario de la Sociedad Zoológica de Londres, fue quien administró la inyección mortal a la cría de ballena para “terminar con su sufrimiento”.
El mamífero estaba tan débil y herido, que la muerte fue “rápida”, informaron medios locales.
Por el momento, la ballena está siendo trasladada a un centro de rescate, y se realizará un examen para determinar los daños físicos.
Además, se hizo un llamado a las autoridades de la zona para monitorear la posible presencia de otra ballena.
Con información de EFE, AFP y BBC