Este 21 de abril se le dictó sentencia al ex marine de Estados Unidos, Roberto Salazar II, quien se convirtió en narcotraficante: Estaba en realización de su narcocorrido.
Así lo informó la Fiscalía del Sur de California mediante comunicado, esto después de que Roberto Salazar II se declarara culpable en octubre de 2022, de los delitos que se le imputan.
En los que se incluye conspiración de importación y distribución de drogas como el fentanilo, además de traicionar su juramento.
Roberto Salazar II: Marine de Estados Unidos que se convirtió en narcotraficante
Roberto Salazar II, de 26 años, es un ex marine de Estados Unidos que fue condenado a 144 meses (12 años) de prisión por involucrarse en el delito de narcotráfico, ya que importaba diversas drogas de México a Estados Unidos.
Además, debido a dicho delito y de acuerdo con las autoridades estadunidenses, Roberto Salazar II se comunicó con un cantautor mexicano para que le realizara un narcocorrido, jactándose de que “quería ser soldado, pero me gustaba más la vida rápida”.
Además, tal como lo señaló el fiscal federal Randy Grossman, no sólo traicionó su juramente de defender a su nación, sino que reclutó a otros marines para que hicieran lo mismo.
Y es que el modus operandi de Roberto Salazar II era mediante el uso de mensajeros que trasladaban vehículos con un compartimiento secreto en el motor, de esa manera podían entrar a Estados Unidos, lugar en donde vendían la droga.
“Exmarine que llevó doble vida como narcotraficante sentenciado a 12 años; Acusado contactó a cantautor mexicano para glorificarlo en narcobalada”
Fiscalía de California.
Autoridades señalan a Robert Salazar II como narcotraficante y traidor de Estados Unidos
En el comunicado de la fiscalía estadunidense se pronunciaron distintas autoridades quienes definieron a Roberto Salazar II no solo como criminal, también como un traidor de Estados Unidos.
Chad Plantz, agente especial de la Homeland Security Investigation (HSI) de San Diego declaró que si bien es desalentador encontrar un delincuente escondido en su “prestigioso ejército”, su condena servirá como advertencia.
A su vez, Sidney K. Aki, director de Operaciones de Campo de la Oficina de Campo de San Diego, declaró que no sólo violó su deber, sino que puso en riesgo la integridad y “deshonró la confianza del público”.