Rusia ya tomó el control de la Isla de las Serpientes, perteneciente a Ucrania y situada a sólo 45 kilómetros de Sulina, en Rumania.
En las últimas horas, se reportó que los 13 guardias que defendían la Isla de las Serpientes, situada en el Mar Negro, se negaron a rendirse, por lo que fueron ejecutados por los militares rusos.
Por su parte, Ucrania confirmó la toma de la Isla de las Serpientes, lo que generó preocupación en Rumania, por el avance de tropas rusas en las inmediaciones de su territorio.
Y es que la invasión de Rusia en Ucrania ha alcanzado el punto más lejano de ese país, mismo que no está habitado, pero que es un punto estratégico clave para las intenciones rusas.
Isla de las Serpientes podría ser un punto estratégico clave para Rusia, advierten
Pese a que la Isla de las Serpientes tiene una superficie de apenas 0.17 km², puede ser clave para las intenciones de Rusia.
De acuerdo con un informe del Atlantic Council, la intención detrás de la toma de la Isla de las Serpientes es con el fin de hacer los reclamos territoriales marítimos de Ucrania en el Mar Negro.
Aunado a lo anterior, el experto rumano exsoviético Armand Gosu consideró que el próximo objetivo de Vladimir Putin puede ser un país de la OTAN.
El experto dijo que específicamente se podría tratar de algún país báltico o la propia Rumania.
Vale la pena mencionar que Rumania está situada a orillas del Mar Negro, donde Rusia ha multiplicado su presencia militar tras la anexión en 2014 de la península de Crimea.
Además, Rumania tiene más de 650 kilómetros de frontera terrestre, fluvial y marítima con Ucrania.
En este sentido, el especialista señaló que el número de soldados de la OTAN desplegados en esos países es insuficiente para disuadir a las tropas de Rusia.
En tanto, expertos en energía han advertido de que la actual situación de conflicto en el Mar Negro imposibilita que Rumania tenga inversión extranjera para extraer la enorme cantidad de gas encontradas en sus aguas territoriales.
Los expertos señalan que estas reservas en Rumania podrían ayudar a Europa a reducir su dependencia energética con Rusia.